Robert Franco es un profesor de educación básica y sindicalista con más de 20 años de experiencia, miembro del Sindicato Bolivariano de Trabajadores de la Educación (SUTRA), según Amnistía Internacional. Como líder sindical, Franco ha defendido los derechos de los educadores en Sucre, criticando la corrupción y las condiciones laborales en el sector público bajo el chavismo, según El Nacional. No tiene afiliación a partidos políticos formales, pero su activismo laboral lo posiciona como opositor al régimen, especialmente por denunciar el deterioro de la educación y la falta de salarios dignos, según Infobae.

Su perfil como sindicalista se centra en la lucha por mejores condiciones para maestros, en un contexto donde el gobierno ha cooptado sindicatos, según El Pitazo. Franco era un educador común, dedicado a su comunidad en Carúpano, pero su detención lo estigmatizó como «terrorista», ilustrando la criminalización de la disidencia laboral, según Foro Penal.

Detención como preso político

El 26 de diciembre de 2020, durante una reunión familiar en el parque Karupana de Carúpano, Robert Franco fue detenido por una comisión de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES). Los funcionarios irrumpieron violentamente, lo arrestaron con empujones y lo metieron en la maleta de una camioneta Fortuner, según el mismo artículo. Su audiencia de presentación se realizó el 30 de diciembre de 2020, donde el fiscal Farid Karid Mira lo acusó de estar involucrado en la «Operación Gedeón», un supuesto plan de invasión orquestado desde Colombia, según El Nacional.

Imputado por «terrorismo» y «conspiración», Franco fue recluido en la cárcel de Tocorón, un centro de máxima seguridad en Aragua, según Infobae. Su detención se basó en mensajes en un grupo de WhatsApp, donde se unió tras la muerte de dos profesoras jubiladas por desnutrición, criticando la situación educativa. Foro Penal lo clasificó como preso político desde 2021, según su reporte de junio de 2025, destacando la falta de pruebas y el contexto de represión pre-inauguración de Maduro en 2021.

En un juicio irregular, fue condenado a 15 años de prisión, según Amnistía Internacional, en un proceso sin debido proceso, según El Pitazo.

Condiciones de detención y estado de salud

En Tocorón, Franco enfrenta condiciones inhumanas, incluyendo hacinamiento, violencia interna y falta de atención médica, según Human Rights Watch. No se reportan problemas de salud específicos, pero las condiciones generales en Tocorón, con reportes de motines y negligencia, generan preocupación, según Amnistía Internacional. Su familia ha denunciado la falta de visitas y comunicación, según El Nacional.

La detención de Franco generó condena inmediata. El SNTP y el CNP exigieron su liberación, calificando su arresto como un ataque a la libertad de expresión, según El Nacional. Amnistía Internacional lo incluyó en campañas como «Free the Wrongly Imprisoned in Venezuela», con peticiones globales, según su sitio web. Foro Penal lo catalogó como preso político, exigiendo anulación de cargos, según su reporte de 2021.

Delsa Solórzano denunció su detención como parte de la persecución contra sindicalistas, según Infobae. La CIDH expresó preocupación por casos de educadores detenidos, según su sitio web. Su familia, incluyendo su esposa, ha usado redes sociales para visibilizar su caso, con hashtags como #LiberenARobertFranco, según X posts de @SNTPvenezuela.