El presidente electo de Venezuela, Edmundo González Urrutia, ha emitido un mensaje, en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que denuncia la situación que viven en las mujeres venezolanas secuestradas por motivos políticos, calificándola como una forma de violencia invisibilizada que sigue vigente en Venezuela.
Este pronunciamiento se produce tras la difusión de un informe elaborado por el Comité por la Libertad de los Presos Políticos (Clippve) y la Alianza de Mujeres Políticas, que documenta las condiciones de encarcelamiento y las consecuencias sociales que sufren estas mujeres secuestradas y sus familias.
González: “La prisión política de las mujeres destruye hogares enteros”
El mandatario electo ha señalado que la detención arbitraria por razones políticas no afecta únicamente a las presas políticas, sino que tiene un impacto estructural sobre la sociedad venezolana.
“La prisión política de mujeres no solo afecta a quienes están tras las rejas. Desestructura hogares completos, profundiza la pobreza y aumenta la vulnerabilidad de comunidades enteras”, afirmó.
Recordó que 75% del trabajo de cuidados en Venezuela recae sobre las mujeres, lo que convierte cada detención en una fractura económica y emocional para familias que ya enfrentan condiciones adversas.
178 mujeres encarceladas en condiciones indignas
De acuerdo con el informe de Clippve, 178 mujeres permanecen detenidas por motivos políticos en centros de reclusión con condiciones descritas como “inhumanas e indignas”.
La investigación advierte que muchas de estas presas no reciben atención ginecológica básica, carecen de productos sanitarios para el manejo de la menstruación, sufren negligencia médica y maltratos, y enfrentan aislamiento y hostigamiento constante.
La organización subraya que estas prácticas constituyen violencia institucional, violan estándares internacionales y deben ser atendidas con urgencia.
El reporte señala que la violencia no termina en las celdas. Las madres y familiares de mujeres presas políticas denuncian también humillaciones durante las revisiones y requisas, restricciones arbitrarias en las visitas y trato hostil por parte de funcionarios.
Sobre esto, González Urrutia coincidió que “estas prácticas no solo vulneran derechos individuales: erosionan las bases mismas de la convivencia democrática y del Estado de derecho”.
El líder opositor sostuvo que visibilizar esta realidad es una obligación moral, especialmente en una fecha que busca denunciar todas las formas de violencia contra la mujer.
“En este día, recordar a las mujeres presas políticas es un deber para quienes de verdad creemos en la paz”, expresó.
El político también destacó que la violencia política de género sigue siendo un fenómeno silenciado en el país, pese a sus graves consecuencias humanas, sociales y democráticas.
La organización pidió al Estado venezolano liberar a las mujeres detenidas por razones políticas, así como garantizar su integridad física, emocional y médica. Además, reconocer y prevenir la violencia institucional contra ellas y adoptar mecanismos de protección para las familias afectadas.
“Ser mujer y presa política en Venezuela implica enfrentar doble vulnerabilidad”, señaló el informe.











