Han pasado seis meses desde que la actriz venezolana Rhoda Torres vio por última vez a su hijo, Jonathan Guillermo Torres Duque, de 26 años, quien fue detenido por funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) en el punto de control de Peracal, estado Táchira, tras regresar al país luego de una década viviendo en Estados Unidos.

Desde entonces, su paradero sigue siendo un misterio.

“Estoy muerta en vida”, expresó entre lágrimas la artista en un conmovedor video publicado en sus redes sociales. “Seis meses sin poder dormir pensando a dónde te llevaron, seis meses esperando esa llamada que aún no llega”.

Rhoda, hermana de la también actriz Milena Torres, se ha convertido en una de las voces más visibles de las madres que claman por sus hijos desaparecidos en Venezuela. En su cuenta de Instagram, donde ha compartido actualizaciones y súplicas, reiteró su llamado al régimen de Nicolás Maduro y a las instituciones del Estado: “Tengan piedad. Mi hijo solo quería regresar a su país, con su familia y sus seres queridos. Señores, por favor, díganme dónde está mi hijo”.

Detenido sin explicación

El 27 de octubre de 2024, Rhoda Torres aguardaba en San Antonio del Táchira, punto fronterizo con Colombia, para reencontrarse con su hijo, quien había decidido volver a su país tras 10 años de ausencia. Sin embargo, apenas cruzó la frontera, Jonathan fue retenido por la GNB con el argumento de que sería trasladado a una “investigación en inmigración”.

“Yo estuve allí, lo abracé, lloramos. Me dijeron que lo llevarían por un momento. Nunca me lo devolvieron”, relató Rhoda. Desde entonces, no ha recibido una sola llamada ni información oficial sobre su paradero, situación que considera una detención arbitraria y una grave violación a los derechos humanos.

Rhoda describió a su hijo como un joven noble, artista y deportista, sin antecedentes penales y apegado a su familia. “Nunca ha estado metido en problemas. Sólo quería volver con los suyos”, subrayó.

La familia había emigrado por razones personales a Estados Unidos hace una década. Rhoda regresó a Venezuela hace dos años, pero Jonathan decidió permanecer hasta octubre pasado. Por falta de representación consular en EE. UU., no pudo renovar sus documentos de identidad antes de viajar.

Petición urgente a las autoridades

La actriz pidió públicamente al Ministerio Público, a la Defensoría del Pueblo, a la Comisión Nacional para los Derechos Humanos y a la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos en Venezuela que atiendan su caso con urgencia. También solicitó a organizaciones como el Foro Penal y Provea que brinden acompañamiento legal y visibilicen su denuncia.

“Solo pido a las personas que saben dónde está mi hijo que se apiaden de esta madre que ya no puede soportar más la incertidumbre”, suplicó. “¿Qué es esto? ¿Por qué no me llaman ni me dicen nada? Dios mío, tengan misericordia”.

El caso de Jonathan Torres Duque se suma a un patrón creciente de desapariciones forzadas y detenciones arbitrarias en Venezuela, denunciado por organismos internacionales como la ONU, la Corte Interamericana de Derechos Humanos y Amnistía Internacional. La falta de debido proceso, la incomunicación prolongada y el uso de cuerpos de seguridad para la represión política y social han sido señalados como prácticas sistemáticas del régimen.

La historia de Rhoda Torres, como la de muchas madres venezolanas, refleja el rostro más doloroso de la crisis humanitaria y de justicia que vive el país. Mientras no haya respuesta oficial, Jonathan Guillermo Torres Duque sigue siendo un desaparecido en un país donde la impunidad se ha vuelto norma.