(Fuente: AFP) La inhabilitación para ejercer cargos públicos que pesa a María Corina Machado es la última ofensiva judicial del régimen de Nicolás Maduro que mantiene un escenario rígido para la oposición ante las elecciones presidenciales en Venezuela.
María Corina Machado fue elegida por más de 2 millones de venezolanos como candidata única en las elecciones primarias del año pasado, para competir contra Maduro en las presidenciales que se realizarán el próximo 28 de julio.
¿Cuáles son los escenarios que se pueden presentar en los siguientes escenarios ante las elecciones presidenciales en Venezuela?
Insistir con Machado para las elecciones presidenciales
Imposible. Las postulación de candidatos se hace a través de un sistema automatizado en el que el aspirante se inscribe por número de documento de identidad: Machado debe salir vetada, dada su prohibición de ejercer cargos públicos por 15 años, acusada de corrupción y de abogar por una invasión extranjera, lo que ella rechaza.
La fiscalía la vinculó el miércoles con «acciones desestabilizadoras», aunque sin presentar cargos en su contra. Siete colaboradores, no obstante, fueron detenidos y otros siete tienen orden de captura, incluida su mano derecha, Magalli Meda, quien asomaba como posible sustituta. Machado tachó estas acciones de «brutal represión».
«Saben que están derrotados, porque no hay manera que puedan ganar una elección contra nosotros», señaló Machado.
La dirigente liberal arrasó en las primarias opositoras celebradas el 22 de octubre de 2023 y las encuestas la colocan ganadora frente a Maduro, con 70% de aceptación en algunos casos.
«Maduro sabe que no se puede enfrentar a nadie que pueda sacar el 30% del voto», explica a la AFP el politólogo Luis Salamanca. La mayoría de las encuestas dan al mandatario popularidad de entre 15% y 20%.
Candidato siamés
Después de una especie de ‘razzia’ de la autoridad electoral, la oposición cuenta solo con dos boletas partidistas autorizadas: la de la MUD, la antigua alianza sustituida por la actual Plataforma Unitaria (PUD), y la de Un Nuevo Tiempo (UNT), de Manuel Rosales, que enfrentó a Hugo Chávez en las presidenciales de 2006, estuvo en el exilio en Perú y ahora es gobernador del petrolero estado Zulia (oeste).
Esto se traduce en apenas dos candidaturas, que además pueden ser rechazadas y no tendrían oportunidad de sustitución.
Por eso no resulta tan fácil que Machado designe un candidato fachada al que pueda alzarle la mano para intentar traspasarle su altísima intención de voto, porque «ese alguien tampoco tiene asegurado que lo dejen pasar», subraya Salamanca.
La inscripción de la postulación en el sistema no se convierte automáticamente en una candidatura, antes precisa la aprobación del Consejo Nacional Electoral (CNE), acusado de servir al chavismo.
Si es negada, la PUD solo podrá apoyar a otro candidato aceptado.
Tercera línea
Se debate la opción de un candidato de la oposición tradicional, pero al mismo tiempo «potable» para el chavismo.
Un primer nombre que sonó fue el de Gerardo Blyde, jefe de la delegación opositora en la mesa de diálogo con el gobierno que media Noruega. No está inhabilitado, no apoyó abiertamente sanciones, es cercano a Machado y tiene un canal abierto con el chavismo a través de la negociación.
«No está en mi voluntad llegar a ese cargo», dijo en una reciente entrevista radial.
Otra opción es Rosales, que no goza de la gracia de Machado, aunque se reunieron el martes, según medios.
«No encuentro hoy viable políticamente la posibilidad de una candidatura que no cuente con el respaldo de Machado y su base electoral», señaló por su parte Guillermo Tell Aveledo, profesor de Estudios Políticos.
Efecto «alacrán»
«Alacrán» es un término acuñado en Venezuela a políticos que se denominan antichavistas pero tachados de colaboracionsitas del chavismo.
Dirigentes como José Brito o Luis Ratti han dicho que serán candidatos. Ambos están en enfrentamiento directo con Machado y la PUD, al punto de pedir en la justicia acciones para sacarlos del juego electoral.
Está también el comediante Benjamín Rauseo, conocido como ‘El Conde del Guácharo’, a quien acusan de servir de factor divisor del voto opositor.
«Maduro tiene que limpiar todo ese panorama para cuidarse de sorpresas», indica Salamanca. «Maduro está formateando el panorama electoral para tener unas elecciones a la medida».