El Comité por la Libertad de los Presos Políticos en Venezuela (Clippve) alzó su voz contra lo que calificó como una grave violación de los derechos humanos, luego de que el coronel Carlos Enrique Rincones Serven, director del centro penitenciario El Rodeo I, suspendiera las visitas a los privados de libertad tras una jornada de oración pacífica realizada el pasado 19 de abril.

La decisión, tomada tras vigilias simultáneas convocadas por Clippve en los alrededores de El Rodeo I (Miranda), Tocorón (Aragua) y El Helicoide, fue justificada por Rincones Serven como una “incitación al odio”, lo que ha generado fuerte rechazo por parte de defensores de derechos humanos y familiares de los detenidos.

Criminalizar la oración y castigar a quienes claman por justicia es una afrenta a los valores del Evangelio y de toda conciencia humana”, afirmó el Comité a través de un comunicado difundido en la red social X, donde además instó a la Iglesia Católica y a las iglesias cristianas a pronunciarse en defensa de la fe, la dignidad humana y el derecho a la esperanza.

“Una persecución contra la fe”

Durante las vigilias, los familiares de los presos políticos oraron por la libertad de todos los detenidos injustamente por razones políticas. Las actividades fueron completamente pacíficas, pero Clippve denunció que los participantes fueron víctimas de hostigamiento y vigilancia por parte de funcionarios no identificados y efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), quienes tomaron fotografías y videos con drones y teléfonos móviles, incluso después de que los asistentes se retiraron del lugar.

Callar ante la criminalización de la oración y la represión de expresiones pacíficas de esperanza es renunciar a uno de los principios más sagrados del Evangelio: estar al lado de los que sufren y son perseguidos por causa de la injusticia”, agregó la organización.

Además de la denuncia pública, Clippve hizo un llamado urgente a la reflexión y rectificación de quienes hoy detentan el poder en Venezuela, recordando que las fechas recientes coinciden con el mensaje de Semana Santa, un tiempo que, según enfatizan, debe invitar a la fe, al perdón y a la liberación de los oprimidos.

La Semana Santa es un tiempo que llama a la fe, al perdón y al cambio, no a la prolongación del sufrimiento ni al ensañamiento contra los pobres y vulnerables”, destacó el comité.

Un llamado a la Iglesia

La petición del Clippve a las instituciones religiosas no es menor. En un país donde los presos de conciencia siguen sin acceso pleno a garantías judiciales y muchos permanecen en aislamiento, el acompañamiento espiritual y el contacto con sus familias representa uno de los pocos lazos con la esperanza y la vida digna.

Clippve subrayó que suspender las visitas en respuesta a manifestaciones pacíficas de fe “es una medida desproporcionada, injusta y contraria a los principios fundamentales de los derechos humanos”.

La situación en El Rodeo I se suma a una larga lista de denuncias sobre el uso de la represión institucional como castigo frente a acciones cívicas y pacíficas en Venezuela. En un contexto donde se sigue criminalizando la disidencia y el activismo humanitario, el Comité reafirmó su compromiso con la defensa de los presos políticos y con el llamado a la sociedad venezolana y a la comunidad internacional a no guardar silencio.