El general Luis Emilio Cardozo, comandante del Ejército Nacional, ordenó el 21 de agosto de 2025 un acuartelamiento de primer grado en todas las unidades del país, tras dos ataques terroristas ocurridos en Amalfi, Antioquia, y Cali, Valle del Cauca. Este nivel de alerta implica que todos los pelotones, compañías, brigadas, divisiones y sus equivalentes deben permanecer en máxima disposición operativa, respondiendo a una escalada de violencia que ha puesto en jaque la seguridad nacional.
Ataques terroristas: Amalfi y Cali en la mira
En Amalfi, el ataque atribulado a disidencias de las FARC dejó varios heridos, mientras en Cali, una bomba explotó en Jamundí, exacerbando la crisis de orden público. Estos incidentes ocurren en un contexto donde el gobierno de Gustavo Petro enfrenta críticas por su manejo de la seguridad, con el general Cardozo, reintegrado tras 633 días de retiro, asumiendo el mando para imponer orden.
Presión internacional y riesgo de escalada
Este acuartelamiento coincide con un cerco internacional contra Nicolás Maduro, con EE.UU. desplegando destructores como el USS Gravely, USS Jason Dunham y USS Sampson, un escuadrón anfibio y un submarino nuclear clase Virginia en el Caribe, acusando a Maduro de liderar el Cartel de los Soles, designado organización terrorista global. La recompensa por Maduro se elevó a 50 millones de dólares, mientras Jorge Rodríguez lanza amenazas desesperadas.