La portavoz del Departamento de Estado de EE. UU., Tammy Bruce, afirmó que la administración de Donald Trump no permitirá que los ingresos petroleros de Chevron en Venezuela financien al régimen de Nicolás Maduro, acusado de crímenes de lesa humanidad y narcoterrorismo. En una rueda de prensa, Bruce respondió a preguntas sobre la licencia otorgada a Chevron, enfatizando: “No permitiremos que los ingresos del petróleo beneficien a ese régimen”. Sin embargo, Nicolás Maduro confirmó en Telesur que Chevron recibió autorización para continuar operaciones, un anuncio que genera tensiones debido a las sanciones reforzadas contra el Cártel de los Soles, designado como organización terrorista.
Bruce señaló que aún hay “dos detalles” pendientes de aclarar, prometiendo más información cuando sea oportuno. La decisión se produce en un contexto donde el régimen, investigado por la Corte Penal Internacional (CPI) por crímenes de lesa humanidad, depende del petróleo para sostener su maquinaria represiva. Según Ecoanalítica, el 85% de los ingresos en divisas de Venezuela proviene del crudo, con Chevron aportando el 30% de esos dólares.
Sanciones y presión internacional
La licencia de Chevron, renovada tras negociaciones mediadas por El Salvador, permite operaciones limitadas, pero EE. UU. insiste en evitar que Maduro lucre. “El régimen utiliza el petróleo para financiar represión”, afirmó un alto funcionario en Reuters, subrayando que las sanciones buscan desmantelar las redes criminales del Cártel de los Soles, ligado a Maduro y Diosdado Cabello. La CPI documenta cómo estos ingresos sostienen detenciones arbitrarias y torturas, calificadas como crímenes de lesa humanidad.
En enero de 2025, la Unión Europea y EE. UU. sancionaron a funcionarios venezolanos, incluyendo al presidente de PDVSA, Héctor Obregón, por su rol en la represión postelectoral del 28 de julio de 2024. María Corina Machado denunció que Maduro lidera “una estructura criminal” que usa el petróleo para perpetuarse, mientras 853 presos políticos, según Foro Penal, permanecen bajo amenaza.
Un equilibrio delicado
La decisión de Chevron ha generado controversia. Trump revocó la licencia en marzo, acusando a Maduro de incumplir garantías electorales, pero su renovación parcial refleja un equilibrio entre presión económica y necesidades energéticas globales. Bloomberg reportó que Chevron produce 200.000 barriles diarios en Venezuela, vitales para la economía local, pero las restricciones de la OFAC prohíben pagos directos al régimen.
La oposición, liderada por Machado y Edmundo González, exige una transición democrática tras el fraude electoral, respaldado por actas que confirman la victoria opositora. La resistencia venezolana, enfrentando crímenes de lesa humanidad como los reportados por Un Mundo sin Mordaza (2.501 detenciones en 2024), ve en estas sanciones una herramienta para debilitar al régimen. La lucha por la libertad continúa, con la verdad como bandera.