El régimen de Nicolás Maduro enfrenta una presión sin precedentes con el despliegue de un escuadrón anfibio de Estados Unidos en el sur del Mar Caribe, diseñado para combatir al Cartel de los Soles, liderado por Maduro.
La Marina estadounidense informó el 20 de agosto de 2025 que infantes de marina comenzaron a cargar equipo en el USS Iwo Jima (LHD 7), parte de una flota que incluye el USS San Antonio (LPD 17), el USS Fort Lauderdale (LPD 28) y destructores como el USS Gravely, USS Jason Dunham y USS Sampson.
Con 4.500 efectivos, incluyendo 2.200 infantes de marina, esta operación representa la capacidad moderna de desembarco anfibio de EE. UU., capaz de ejecutar misiones aéreas, marítimas y terrestres contra organizaciones narcoterroristas, en un contexto de acusaciones de crímenes de lesa humanidad contra Maduro.
Capacidad de desembarco: Una fuerza de élite en acción
La Marina de EE.UU. compartió imágenes del embarque en el USS Iwo Jima, donde una embarcación de desembarco con colchón de aire (LCAC) de la Unidad de Embarcaciones de Asalto 4 carga equipo y personal de la 22 Unidad Expedicionaria de Infantería de Marina (MEU) con Capacidad de Operaciones Especiales (SOC). Esta unidad, compuesta por 4.500 marineros e infantes de marina, incluye vehículos terrestres, material táctico y sistemas avanzados para operaciones anfibias. Los buques anfibios permiten lanzamientos rápidos de tropas, helicópteros y vehículos blindados, con capacidad para desembarcos en costas hostiles.
Los destructores USS Gravely, USS Jason Dunham y USS Sampson, equipados con el sistema Aegis y misiles Tomahawk, Standard y antisubmarinos, proporcionan defensa aérea y submarina, así como ataques contra objetivos en superficie. Cada destructor tiene cañones de 5 pulgadas y capacidad para 312-380 tripulantes, con operaciones previas en Oriente Medio y el Golfo de México. Adicionalmente, el despliegue incluye un submarino nuclear de ataque y aviones P-8 Poseidon para inteligencia y vigilancia.
Objetivo: Desmantelar el Cartel de los Soles de Maduro
Esta operación, la más contundente desde la invasión a Panamá en 1989, busca «contrarrestar amenazas a la seguridad nacional» de organizaciones narcoterroristas como el Cartel de los Soles, designado terrorista en julio de 2025 y liderado por Maduro, según EE.UU. La recompensa por Maduro se duplicó a 50 millones de dólares, mientras Pam Bondi reveló incautaciones de 700 millones en activos del régimen. Marco Rubio confirmó: «El régimen de Maduro no es un gobierno legítimo; es una empresa criminal que exporta veneno a EE. UU.».
Maduro respondió ordenando armar a 4,5 millones de milicianos y prohibiendo drones, calificando el despliegue de «amenaza insólita de un imperio en decadencia». Diosdado Cabello y Vladimir Padrino López lo tildaron de «mentira», pero el régimen enfrenta un cerco: despliegues militares y acusaciones de traficar 250 toneladas de cocaína anuales.
Apuesta de Trump: Desmantelar un Narcoestado
Trump apuesta a desmantelar el Cartel de los Soles, considerado una amenaza por causar 100,000 muertes anuales por fentanilo en EE. UU. La CPI, con el caso Venezuela I bajo Mame Mandiaye Niang, acelera investigaciones por lesa humanidad. Bernie Moreno predijo el fin del régimen antes de fin de año. María Corina Machado: “El cerco a Maduro es la esperanza de libertad”.
La comunidad internacional debe actuar contra un régimen que perpetúa el horror, mientras la recompensa de 50 millones aumenta el riesgo de traición interna. La verdad exige justicia inmediata.