Estados Unidos ha ordenado el despliegue de 10 aviones de combate F-35 en un aeródromo de Puerto Rico para realizar operaciones contra los cárteles de la droga, según informaron dos fuentes informadas al respecto a la agencia Reuters.
Esta medida se da apenas horas después de que el Pentágono confirmara que dos aviones militares de Venezuela sobrevolaron uno de los destructores desplegados por Estados Unidos en el Caribe, lo que Reuters menciona como un factor que probablemente exacerbará aún más las tensiones en la región.
Estos cazas avanzados se sumarán a la ya numerosa presencia militar estadounidense en el sur del Caribe, en medio de la promesa del presidente Donald Trump de reprimir a los grupos a los que culpa de introducir drogas en Estados Unidos. El Pentágono confirmó este jueves que dos aviones militares del régimen de Maduro volaron cerca de un buque de la Armada estadounidense en aguas internacionales.
«Hoy, dos aviones militares del régimen de Maduro volaron cerca de un estadounidense Buque de la Armada en aguas internacionales. Este movimiento altamente provocativo fue diseñado para interferir con nuestras operaciones contra el narcoterror. Se recomienda encarecidamente al cártel que dirige Venezuela que no lleve a cabo ningún esfuerzo adicional para obstruir, disuadir o interferir con las operaciones antinarcóticos y antiterroristas llevadas a cabo por el ejército estadounidense», dijo el Pentágono en un pronunciamiento oficial.
Previamente, la cadena estadounidense CBS notificó el tránsito aéreo de dos aviones F-16, que varios funcionarios del Departamento de Estado calificaron como una «demostración de fuerza» del régimen venezolano. Se trata específicamente del destructor de misiles guiados clase Arleigh Burke USS Jason Dunham (DDG 109), que habría sido testigo de esta demostración. El Jason Dunham forma parte de la flota desplegada por la Unión Americana en el sur del mar Caribe como parte de una estrategia del presidente Donald Trump que pretende hacer frente a los carteles de la droga en la región, incluyendo al Cartel de los Soles, encabezado por Nicolás Maduro.
Estas acciones se producen en un contexto de creciente presión internacional contra Maduro, tras la designación del Cartel de los Soles como organización terrorista global por EE.UU., con una recompensa de 50 millones de dólares por su captura.