El gobierno de Estados Unidos se comprometió este jueves a reactivar, a más tardar el viernes 12 de septiembre, el sitio web para que los venezolanos beneficiarios del Estatus de Protección Temporal (TPS) puedan renovar su inscripción, evitando la deportación masiva de unos 600.000 migrantes que huyen del régimen opresivo de Nicolás Maduro.

Esta decisión, tomada en una audiencia especial ante el juez Edward Chen en Los Ángeles, California, responde a la demanda de abogados de los afectados y refleja un respiro humanitario para víctimas de las violaciones sistemáticas de derechos humanos en Venezuela, donde el fraude electoral y la represión han forzado la diáspora de millones.

Adelys Ferro, presidenta del Venezuelan American Caucus, celebró el fallo: “Mañana, todo el mundo vuelve a tener TPS. Todos los venezolanos con TPS lo tendrán vigente. Ganamos las dos decisiones. Hoy es un gran día. Seguimos, porque esta es otra batalla en esta lucha”. El juez Chen, del Tribunal de Distrito Norte de California, determinó que la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, excedió sus atribuciones al intentar eliminar el TPS, calificando su decisión de “arbitraria y caprichosa”. El portal reflejará la vigencia desde el 5 de septiembre hasta octubre de 2026, mientras continúan las apelaciones. Se reabrirá la opción de re-registro en línea por 24 horas, con notificación cuatro horas antes.

Jéssica Bansal, abogada de la Red Nacional de Jornaleros (NDLON), acusó al Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS) de incumplir la orden judicial al desactivar los formularios el miércoles. Esta medida protege a dos grupos: unos 250.000 beneficiarios de 2021 y 350.000 de la extensión de 2023, cuya autorización de trabajo (EAD) se extiende automáticamente hasta 540 días para renovaciones oportunas. La extensión, inicialmente anunciada en enero de 2025 por el DHS bajo la administración Biden, fue vacada en febrero por Noem, pero el fallo de Chen la reinstaura temporalmente.

El TPS, concedido desde 2021 por condiciones extraordinarias en Venezuela —incluyendo colapso económico, violencia política y desastres ambientales—, permite a migrantes residir y trabajar legalmente en EE. UU. sin temor a deportación. Sin embargo, el intento de terminación por la administración Trump, justificado como fin al “magnet effect” de la inmigración ilegal, ignora que el 74% de venezolanos en EE. UU. llegó desde 2010 huyendo del chavismo.