Hugo «El Pollo» Carvajal, exjefe de la inteligencia militar venezolana durante el gobierno del presidente fallecido Hugo Chávez y el dictador Nicolás Maduro, envió una carta al mandatario Donald Trump desde una prisión federal en Estados Unidos.
Con información de Efecto Cocuyo
En el documento, al que han tenido acceso varios medios internacionales, Carvajal detalla dos décadas de supuestas operaciones criminales del chavismo, ofreciendo su colaboración total para desmantelarlas.
La confesión, descrita como la más extensa hasta la fecha de un alto mando disidente, llega en vísperas de su sentencia por narcotráfico y narcoterrorismo, aplazada hasta febrero de 2026 para permitir mayor cooperación con la justicia estadounidense.
Carvajal, extraditado desde España en 2023 y quien se declaró culpable en junio de este año de cuatro cargos relacionados con el llamado Cártel de los Soles –una red acusada de traficar toneladas de cocaína hacia EE.UU.–, afirma en la misiva que el régimen venezolano no solo es hostil, sino que está «en guerra» contra Estados Unidos.
«El régimen que una vez serví no es solo hostil; está en guerra con ustedes, usando drogas, pandillas, espionaje e incluso sus propios procesos democráticos como armas», escribe el exgeneral, quien advierte que las políticas de Trump contra Maduro son «no solo justificadas, sino necesarias y proporcionales a la amenaza».
Según el documento, Maduro podría estar subestimando la disposición del chavismo a escalar, con «planes de contingencia para cada escenario extremo» para retener el poder.
Entre las revelaciones clave, Carvajal detalla:
- El Cártel de los Soles como arma deliberada: Confiesa que la red, en la que participó activamente, buscó «in“inundar” EEUU con drogas como estrategia de daño social, un plan impulsado inicialmente por Cuba y aprobado por Chávez y Maduro. Afirma que esto corrompió instituciones venezolanas, incluyendo el ejército y el poder judicial, para facilitar el tráfico de cocaína.
- Creación y financiamiento del Tren de Aragua: El exjefe de inteligencia asegura haber sido testigo de cómo el régimen armó y expandió esta megabanda criminal, aprovechando las políticas migratorias de la administración Biden para infiltrar miembros en territorio estadounidense. «Maduro expandió la estructura criminal y la usó para exportar delincuencia», detalla.
- Espionaje ruso y cubano en EE.UU.: Revela que, con aprobación de Chávez y Maduro, Rusia instaló dispositivos de espionaje en Venezuela para monitorear a Estados Unidos. Además, alerta sobre «espías venezolanos y cubanos infiltrados en EE.UU., posando como opositores venezolanos». Menciona pagos a diplomáticos y supuestos agentes de la CIA para influir en la permanencia del chavismo en el poder.
- Smartmatic y fraudes electorales: Acusa a la empresa de sistemas de votación Smartmatic de formar parte de una «red global de fraudes», con impacto potencial en elecciones estadounidenses.
- Propuesta para una transición: En conversaciones confidenciales con la Fiscalía de EE.UU., la DEA y posiblemente la CIA, Carvajal sugiere a Rafael Ramírez –ex presidente de PDVSA y exministro chavista exiliado– como figura de consenso para liderar un gobierno de transición si Maduro cae. Fuentes cercanas al preso indican que esta idea busca un relevo «moderado» dentro del chavismo para estabilizar el país.
La carta, acompañada de notas manuscritas y documentación asesora, ha sido recibida directamente en la Casa Blanca y pone a Carvajal como pieza clave en las estrategias de Washington contra el Gobierno venezolano.
Periodistas como David Alandete, corresponsal de ABC en Washington, destacan que el documento ofrece «nombres de espías infiltrados, redes de corrupción internacionales y la implicación de altos exfuncionarios españoles en tramas vinculadas al chavismo», lo que podría sacudir gobiernos europeos.
Esta confesión se suma a declaraciones previas de Carvajal durante su detención en España (2021-2023), donde ya había acusado al chavismo de financiar ilegalmente campañas políticas en América Latina y Europa, incluyendo a líderes como Gustavo Petro (Colombia), Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil), Néstor Kirchner (Argentina), Evo Morales (Bolivia) y el partido español Podemos, usando fondos de Pdvsa como vehículo.











