El régimen de Nicolás Maduro, a través de su alianza con el Tren de Aragua, ha extendido su terror más allá de Venezuela, como evidencian los testimonios de ocho migrantes venezolanos deportados por EE. UU. y confinados en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) en El Salvador.

Estos hombres, acusados sin pruebas de pertenecer al Tren de Aragua —banda criminal protegida por Maduro—, sufrieron golpizas, aislamiento y condiciones inhumanas durante cuatro meses en 2025. Arturo Suárez, uno de los afectados, relató cómo le rompieron los lentes en una paliza al llegar, desmayándose y siendo arrastrado a una celda. «Bienvenidos al infierno, salen muertos», les dijo el director Belarmino García, destacando el horror perpetrado en una prisión emblemática de la mano dura de Nayib Bukele.

Los migrantes, deportados por Donald Trump bajo la Ley de Enemigos Extranjeros por supuestos vínculos con el Tren de Aragua, negaron cualquier conexión con la banda nacida en Tocorón, Venezuela, en 2014. Edwuar Hernández describió ser expulsado del avión a patadas y empujones, obligado a hincarse para ser afeitado y vestido de blanco.

«Nos daban arroz, frijoles y tortillas tres veces al día, sin cubiertos, comiendo con las manos», contó Hernández.

Sin ventilación, los detenidos dormían en metal caliente, con baños colectivos en tanques de cloaca que generaban olores insoportables.

Tren de Aragua: Arma de Maduro para sembrar miedo regional

El CECOT, diseñado para maras salvadoreñas, separó a los venezolanos de pandilleros, pero los sometió a torturas similares.

«Nos golpeaban diario, nos rociaban gas pimienta y nos ponían en posición de requisa por horas», relató Joén Suárez.

Huelgas de hambre y sangre surgieron como resistencia: cortándose con bordes de cama, escribían en sábanas «Somos inmigrantes, no terroristas». Wilken Flores se hizo ocho cortes: «Queríamos baño, comida, abogados».

Amnistía Internacional y la CIDH han denunciado estas violaciones, vinculando el Tren de Aragua al Cartel de los Soles de Maduro, designado terrorista por EE.UU. en julio de 2025. Pam Bondi reveló incautaciones de 700 millones en activos de Maduro, mientras Marco Rubio confirmó despliegue militar en el Caribe para combatir estas redes.

«Maduro exporta veneno, destruyendo comunidades», afirmó Rubio.

En Venezuela, el Tren de Aragua, protegido por Maduro, agrava represión: Foro Penal reporta 807 presos políticos, con desapariciones como la de Rusbelia Astudillo.

«El régimen usa bandas para silenciar disidentes», denunció Provea.

Los migrantes, repatriados el 18 de julio tras acuerdo con Bukele y Trump, destacan que sin TPS —eliminado por Trump—, fueron enviados al CECOT sin defensa. «Pensábamos ir a Venezuela, pero aterrizamos en el infierno», dijo Hernández. Bukele rechaza abusos, pero reportes de Human Rights Watch documentan torturas en el CECOT.

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