(Fuente: NTN24) El ministro de Asuntos Exteriores de Nigeria, Yusuf Tuggar, ha denunciado que el Gobierno de Estados Unidos está presionando a países africanos para que reciban a deportados venezolanos.

«Estados Unidos está ejerciendo una presión considerable sobre los países africanos para que acepten venezolanos que van a ser deportados desde EE.UU., algunos directamente desde prisión», denunció este viernes el ministro de Asuntos Exteriores de Nigeria, Yusuf Tuggar.

La denuncia se hace en medio de políticas implementadas por el gobierno de Donald Trump junto a una feroz cruzada que busca cumplir la mayor promesa de su campaña: Darle un punto final a la migración ilegal en Estados Unidos.

Con información de NTN24

Según los señalamientos de Yusuf Tuggar, citado por EFE, la presión de la Casa Blanca es contra varios países del continente africano, sin embargo, destaca que Nigeria no tiene las condiciones para albergar prisioneros de otras naciones.

«Ya tenemos suficientes problemas propios. No podemos aceptar deportados venezolanos en Nigeria (…). Ya somos 230 millones de personas».

Aliado clave de Trump en su política antiinmigrantes, Nayib Bukele aceptó la llegada en marzo de varios aviones con 252 venezolanos y más de una treintena de salvadoreños acusados de ser miembros de la pandilla Mara Salvatrucha (MS-13).

Washington pagará al gobierno de Bukele seis millones de dólares por tenerlos presos. Organismos como Amnistía Internacional y Human Rights Watch consideran que estas detenciones violan los derechos humanos.

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk se mostró alarmado por el elevado número de extranjeros expulsados de Estados Unidos invocando una ley del siglo XVIII, que solo se usó hasta ahora durante la Guerra de 1812.

De acuerdo a Türk, «la forma en que algunas personas fueron detenidas y deportadas -incluso utilizando cadenas-, así como la retórica humillante utilizada contra los migrantes, son también profundamente preocupantes».

Unas 142.000 personas fueron deportadas de Estados Unidos entre el 20 de enero y el 29 de abril, indicó la oficina de Derechos Humanos de la ONU, citando cifras estadounidenses oficiales.

Sin embargo, el paradero de al menos 245 venezolanos y unos 30 salvadoreños expulsados a El Salvador siguen inciertos, añadió.

Hasta la fecha, las autoridades estadounidenses o salvadoreñas no han publicado ninguna lista oficial de los detenidos, denunció Türk.