Activistas y familiares de mujeres presas políticas se congregaron frente a la sede de la Organizaciones de Naciones Unidas (ONU) de Caracas para denunciar la violencia institucional ejercida por el régimen de Nicolás Maduro contra más de 180 mujeres secuestradas por motivos políticos.

“24 mujeres desaparecidas, 182 presas políticas. Una de la tercera edad y una menor de edad. Es una cadena de personas sufriendo. A los familiares nos someten a situaciones vergonzosas”, expresó una de las familiares durante la manifestación en el marco del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer

Con información de Monitoreamos

Violencia institucional y género

Las denuncias apuntan a tratos crueles, desapariciones forzadas, aislamiento, hostigamiento y negación de atención médica, especialmente en áreas sensibles como la salud ginecológica y el acceso a insumos para gestionar la menstruación. Las condiciones de hacinamiento y malnutrición agravan la situación, dejando a las mujeres presas políticas expuestas a múltiples formas de violencia, como lo ha documentado el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

Entre las víctimas hay adolescentes, adultas mayores, defensoras de derechos humanos, activistas, estudiantes y madres, muchas de ellas sometidas a violencia sexual, prostitución forzada y esclavitud sexual, según informes internacionales.

Los familiares también denunciaron que las madres y esposas de presos políticos son víctimas de humillaciones, como desnudos forzados antes de visitas, maltrato verbal y rechazo de paquetería esencial. La violencia, afirman, se extiende más allá de las cárceles, afectando a quienes esperan justicia desde afuera.