El Reino Unido ha reiterado durante una sesión del Consejo de Seguridad de la ONU, su respaldo al pueblo venezolano y su preocupación por el deterioro político, social y humanitario en Venezuela.
El representante británico ha afirmado que la reivindicación del dictador Nicolás Maduro para mantenerse en el poder «carece de legitimidad» y ha denunciado la falta de transparencia en la elección presidencial de julio de 2024.
El diplomático recordó que el Consejo Nacional Electoral aún no ha publicado los resultados completos, mientras que informes independientes, nacionales e internacionales, documentaron irregularidades significativas.
“Las libertades políticas siguen gravemente restringidas. La situación de los derechos humanos continúa deteriorándose y el sistema político y judicial se erosiona aún más”, señaló.
El representante británico advirtió que la represión estatal y el colapso de los servicios básicos han generado niveles extremos de pobreza y una crisis de desplazamiento que afecta a toda la región.
“Seguimos muy preocupados por la represión continua en Venezuela y las luchas cotidianas de los venezolanos”, afirmó.
Con información de Monitoreamos
El Reino Unido reiteró su apoyo a una salida pacífica a la crisis venezolana: “Apoyamos firmemente al pueblo de Venezuela en su búsqueda de un futuro democrático. Merecen un gobierno que refleje su voluntad en las urnas. Seguiremos trabajando para lograr una transición pacífica y negociada”, dijo el diplomático.
Narcotráfico y crimen organizado
El representante también alertó sobre el impacto del narcotráfico y el crimen organizado vinculados a Venezuela: “El narcotráfico y la delincuencia organizada siguen comprometiendo comunidades de todo el mundo, socavando la estabilidad y nuestra seguridad común”, recordó, subrayando que Londres continuará cooperando con socios en América Latina para enfrentar estos desafíos.
El Reino Unido reafirmó su adhesión a los principios de la Carta de la ONU y a la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, a la que calificó como “piedra angular” del orden jurídico internacional en materia oceánica.
“El Reino Unido siempre apoyará el derecho internacional y su respeto. Seguiremos vigilando esta situación muy de cerca”, concluyó.











