Un informe de la fundación Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN) ha denunciado que la libertad religiosa en América Latina «ha empeorado sensiblemente» con un aumento de restricciones, ataques y presiones contra comunidades religiosas, destacándose una situación grave en países como Nicaragua y Venezuela
El documento señala que el 64,7% de la población mundial vive en países donde se vulnera la libertad religiosa. En 62 de 196 países evaluados hay violaciones sistemáticas y en el 75% la situación ha empeorado desde el 2023
Sobre Venezuela, el documento de la ACN alerta que el derecho religioso «está comprometido por el control gubernamental, la instrumentalización política de la fe y leyes vagas que facilitan la censura y la represión».
Además, insisten en que en el país la retórica antisemita se ha intensificado y la autonomía de las Iglesias resulta cada vez más amenazada.
Con información de El Nacional
Resto de América Latina
«En América Latina, la situación ha empeorado sensiblemente, siendo Nicaragua un caso particularmente grave por el ataque sistemático contra líderes e instituciones religiosas, incluida la expulsión de obispos, sacerdotes y misioneros», se lee en el informe.
Entre los veinticuatro países clasificados como aquellos donde la libertad religiosa se vulnera de forma grave y recurrente figura Nicaragua, donde se ha documentado un «ataque sistemático contra líderes e instituciones religiosas», incluyendo la expulsión de obispos, sacerdotes y misioneros, el cierre de entidades confesionales y la revocación de ciudadanías a religiosos críticos con el gobierno.
«El régimen de Ortega ha intensificado la represión contra la Iglesia: los grupos religiosos han perdido la personalidad jurídica, el culto público ha sido prohibido y las procesiones canceladas. Religiosos y laicos han sido arrestados, exiliados o privados de la ciudadanía, mientras que organizaciones caritativas han sido cerradas y bienes eclesiásticos confiscados», se detalla en el documento.
Otros 38 países presentan situaciones de discriminación religiosa, afectando a unos 1.300 millones de personas y entre los que figuran varias naciones latinoamericanas como México, Cuba, Haití y Venezuela donde la ACN denuncia que grupos religiosos se enfrentan a obstáculos legales y sociales para ejercer libremente su fe.
En México, aunque la libertad religiosa está reconocida por la Constitución, «el clero y los fieles siguen estando gravemente expuestos a la criminalidad organizada. La violencia, las extorsiones y las profanaciones de iglesias son frecuentes, en un contexto de fuerte impunidad».
Sobre Cuba, se denuncia que «la libertad religiosa se ha deteriorado aún más bajo el estricto control del Partido Comunista» y un aumento de las intimidaciones, arrestos, vigilancia y vandalismo contra iglesias.
Respecto a Haití, el informe denuncia que la libertad religiosa está «gravemente comprometida por la violencia generalizada, el colapso del Estado y la impunidad» y los grupos armados secuestran a líderes religiosos, saquean iglesias y matan civiles.
El informe incluye también a Bolivia, Chile, Colombia y Honduras en la categoría de «bajo observación», debido a señales preocupantes de debilitamiento de las garantías legales y un aumento de la intolerancia religiosa.
Asimismo, ACN advierte sobre la instrumentalización política de la religión y la amenaza del crimen organizado, que en zonas de alta violencia saquea iglesias, secuestra líderes y condiciona las celebraciones litúrgicas.
En concreto, denuncian que en México «continúa creciendo el número de sacerdotes asesinados» y en Ecuador y Guatemala «algunos cultos religiosos vinculados con las pandillas criminales muestran cómo la dimensión religiosa puede ser instrumentalizada para legitimar y reforzar la violencia.»
Entre 2023 y 2024, ACN reporta al menos 13 líderes religiosos asesinados en México, Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala y Honduras, además de 16 misioneros y laicos muertos en contextos pastorales y otros nueve laicos en México a inicios de 2025.