La política arancelaria de Trump del 25% para quienes deseen comprar petróleo y/o gas a Venezuela, tendrá un impacto en los ingresos que genera el país a través de la industria petrolera, por lo que el régimen de Nicolás Maduro tendrá que hacer descuentos significativos a sus principales aliados comerciales como lo son China, Irán, Rusia, e incluso Cuba, a donde gran parte de lo que se exporta es a costo cero, o, mejor dicho, regalado.
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— Dossier Venezuela (@DossierVzla) April 10, 2025
Una vez más… Venezuela entra en emergencia económica.
💰 ¿La razón? Trump impone aranceles del 25% al petróleo venezolano y el régimen entra en pánico.
📉 Con sus aliados exigiendo… pic.twitter.com/uEZDa8vrB6
El anuncio del Presidente Donald Trump se produce justo en el momento en que las exportaciones petroleras de Venezuela dieron un giro drástico en los últimos tres años, cuando según estimaciones independientes, el país pasó de exportar 263.000 barriles por día en 2021 a 621.000 b/d en 2023. Incluso, algunas fuentes afirman que para cierre de 2024 ésta cifra ascendió sobre los 800.000 b/d.
Este crecimiento ha sido impulsado por varios factores, entre ellos, la cooperación con Irán, los acuerdos de canje de petróleo por préstamos y la reactivación parcial de Chevron desde 2022 con la flexibilización de sanciones, un escenario revertido por Trump a pocos días de tomar el poder por segunda oportunidad, cuando anunció el levantamiento de las licencias otorgadas a toda empresa extranjera que metiera dinero en el bolsillo del régimen.
“El régimen tendrá que aumentar los descuentos, ya tiene 25% de aranceles que deberá descontar a quien desee comprarle petróleo, los clientes no asumirán ese costo si no hay descuentos significativos” afirma el economista petrolero Rafael Quiróz, que prevé un desplome en las exportaciones de este sector ante la incertidumbre de los principales compradores de crudo venezolano por la política arancelaria de Trump.
¿A cuáles países exporta petróleo Venezuela?
El máximo comprador de crudo venezolano es China, que importa 68% del total del crudo que exporta el país, consolidándose como el principal socio energético del régimen, y, que desde 2019 buena parte del petróleo enviado al gigante asiático ha sido para amortiguar la deuda por el préstamo de más $50.000 millones durante la última década.
Sorpresivamente Rusia, el gran aliado ideológico político del Maduro, apenas compra unos pocos cientos de barriles que representan el 0,2% del total que se exporta desde suelo venezolano.
El segundo máximo comprador de petróleo venezolano es EEUU, el imperio al que tanto odia el régimen, pero del que tanto necesitan, ya que representa el 23% de las exportaciones de crudo del país, y que hasta la fecha dejaba importantes ingresos que se dejarán de percibir debido al levantamiento de las licencias a Chevron y otras empresas estadounidenses que deben liquidar sus operaciones antes de finalizar el mes de mayo.
Por su parte, India, otro de los principales compradores de petróleo venezolano, importó veintidós millones de barriles en 2024, según datos del Departamento de Comercio indio, pero en enero de este año sus compras ascendieron a más de 254.000 barriles diarios, lo que representa casi la mitad de las exportaciones totales de Venezuela que ascendieron a 557.000 bpd, la mayoría de ellas por el conglomerado indio Reliance Industries.
Finalmente, la lista la completan República Dominicana, Singapur, Malasia y Vietnam, cada uno de ellos con pequeñas compras que no superan el 1% del total de las exportaciones de crudo del país, pero que reciben más de lo que se envía a Cuba por negocio, ya que gran parte del 4% de las exportaciones de petróleo que manda el chavismo a la isla, es regalado, mismo porcentaje que se exporta a España, quien sí lo compra a través de la empresa Repsol.
Maduro decreta emergencia económica ante inminente caída de los ingresos
El decreto de emergencia económica anunciado por Nicolás Maduro establece que todos los ingresos provenientes del pago por servicios públicos, trámites, impuestos o contribuciones especiales, que actualmente se recaudan por diferentes entidades y fondos, serán centralizados y depositados directamente en la cuenta del Tesoro Nacional, un escenario que supone mayor discrecionalidad por parte del régimen para el manejo de los recursos de la nación.
El texto del decreto considera que la política arancelaria de Estados Unidos viola normas internacionales y pone en riesgo la economía global, afectando especialmente a Venezuela por sanciones y otras medidas.
Para algunos especialistas en materia económica el decreto es innecesario e incongruente, puesto que la ausencia de independencia de poderes es un hecho consumado desde hace más de una década en el país, lo que ha hecho que sea Maduro y no quienes planifican y controlan el tesoro nacional, los que tomen las decisiones sobre el uso de los recursos.
“Los ingresos tributarios municipales se ponen al servicio de las finanzas del país, no serán los alcalde ni gobernadores quienes lo administren; estarán a la discrecionalidad de Maduro, serán centralizados para enfrentar la situación que se pueda presentar” enfatiza el economista Luis Crespo, profesor de la Universidad Central de Venezuela desde donde reiteró que el decreto pudiera reeditar escenarios vividos ante esta medida.
El primer decreto de este tipo fue anunciado por primera vez en 2016 y generó de inmediato una crisis económica y social sin precedentes con altos índices de escasez de productos básicos que desaparecieron de los anaqueles tras un riguroso control de precios que sometió al país a larga colas en los supermercados y, en consecuencia, produjo la diáspora más grande del mundo de un país que no está en guerra.