El CNE, lo volvió a hacer; los resultados no cuadran. El número de votos escrutados según el primer boletín anunciado el mismo día de los comicios regionales y parlamentarios, superaba los 5.500.000 sufragios, una cifra inconsistente con el porcentaje de participación (42%) que aseguró el cuestionado ente electoral acudió a los más de 15.736 centros de votación en todo el país.
#EspecialDossier || 🗳️ El truco del “elector activo”: así infló el régimen la participación del 25M.
— Dossier Venezuela (@DossierVzla) May 28, 2025
📉 El CNE dijo que votó el 42% del país.
📊 Pero solo se contaron 5.5 millones de votos.
❓ ¿Entonces… dónde están los 3.5 millones que faltan?
La respuesta es tan creativa… pic.twitter.com/rFbKDQ071t
Si el total de venezolanos habilitados para votar en estos comicios era de 21.485.669 electores ¿cómo es posible que participó el 42% del padrón electoral con el número de votos anunciados? Un porcentaje que se cae con una simple regla de tres, ya que supone que entonces habrían votado más de 9 millones de personas, pero recordemos que fueron anunciados 5.5 millones de votos. Entonces, ¿dónde están los otros 3 millones y medios de votos?
La carta bajo la manga: elector “activo”
Esta inconsistencia el CNE la resolvió rápidamente con una carta que no tiene precedente histórico ni base legal, los electores «activos». Este argumento le sirvió al régimen para enmascarar la muy baja participación que se evidenció durante toda la jornada en los centros electorales.
Con un recalculo del Registro Electoral, el CNE no tomó en cuenta a los llamados “abstencionistas naturales” y la migración venezolana, excluyendo al menos a 9 millones de electores para incrementar la participación “real», una propuesta que había sido puesto sobre la mesa por uno de los rectores un par de meses antes.
“Si no estás en Venezuela no vas a votar porque no tienes voto en el exterior, entonces cuando se calcula la abstención se hace sobre la base del registro electoral, pero esa no es la cifra real, porque hay una población abstencionista natural que no está en el país, o porque no acude…”
Fueron las palabras de Conrado Pérez, rector del CNE el 3 de abril del presente año, durante una entrevista en un programa de televisión en el canal del régimen, Globovisión.
¿El régimen reconoce la verdadera cifra de migración?
Con esta reingeniería electoral, el régimen ha reconocido de manera implícita verdadera magnitud de la migración venezolana, que se traduce en millones de personas que han huido de país, y no unas 500.000 personas como quiso Maduro hacer ver en principio.
Pero, este argumento del “elector activo” plantea otro debate, el voto obligatorio, ya que se excluye del Registro Electoral a quien se abstiene a pesar de ser un derecho, ignorando que quien migró en su gran mayoría desea votar, pero no puede, debido a la falta de voluntad política para generar las condiciones en los países correspondientes, porque obviamente, el madurismo es el mayor beneficiado de la abstención.
Una abstención sin precedentes
Pese a que algunos sondeos a boca de urna precisaban que la participación para la hora del cierre de los centros electorales estaba entre el 12 y 15%, al tomar en cuenta la ecuación del total de votos escrutados sobre el Registro Electoral en su totalidad, la abstención rondó finalmente el 25%. Una realidad que se evidenció durante toda la jornada en los centros vacíos y confirmada por la cuestionada oposición que se presentó.
“El elector activo no existe en ninguna parte de la ley o de la Constitución, pero está claro que si usted suma, votó alrededor del 25% del RE que es un poco más de 21 millones de venezolanos.” Fueron las palabras de Stalin González, diputado electo al parlamento por la alianza de Un Nuevo Tiempo y Unión y Cambio desde el comando de campaña en Caracas pocas horas después de publicado el primer boletín oficial del CNE, donde el también electo diputado Luis Emilio Rondón, hacía énfasis en que la abstención fue de 75%.
De tal forma, ésta, ha sido la participación más baja en la historia reciente de procesos electorales cuando de parlamento, gobernadores o alcaldes se trata.