Por David Gallardo
Las fuerzas parlamentarias en Venezuela, la fraudulenta y la opositora, han renovado sus votos con sus respectivos presidentes, dando cuenta que quizás la nueva jugada para este año en Venezuela sea mantener la pieza en el ajedrez, pero cambiar la jugada.
Tanto el régimen como la oposición rezan bajo el mismo dicho: “mejor malo conocido, que bueno por conocer”, porque para ambos lados los resultados estratégicos del 2023 no han sido del todo buenos… o malos.
Para Jorge Rodríguez no ha sido sencillo tropezar tan seguido en el último trimestre del 2023. Dejar que María Corina Machado se posicionara, a través de unas elecciones primarias, como la candidata a representar a la oposición frente a las presidenciales es un error que mantiene la migraña de muchos cabecillas dentro de las filas del madurismo.
Seguramente la estrategia de Jorge Rodríguez fue combatir fuego con fuego, la invocación de unos “imaginarios” 10 millones de venezolanos, que “salieron” a votar sobre el Referéndum del Esequibo fue el catalizador más débil que ha usado el régimen de Nicolás Maduro para tener algo de popularidad dentro del país. Esa mezcla química no tuvo reacción ni combustión.
Los discursos nacionalistas de Nicolás Maduro son la única cosa que no escasea por estos días en Venezuela, porque aunque la cortina de humo del Esequibo empieza a disiparse, el régimen aún tiene espacio para conversaciones, roces diplomáticos, no obstante han dejado pasar un mes del referéndum y aún no hace nada para ejecutar la anexión que tanto dicen que van a cumplir.
Seguramente la silla que sostiene a Maduro en el Fuerte Tiuna ha empezado a rechinar bajo la presión que ejerce el buque británico HSM Trent en la zona marítima en reclamación, no obstante aquí es donde me detengo a recoger mis propias palabras ¿No es exactamente lo que busca la dictadura? ¿Un conflicto bélico que la pueda exonerar de las presidenciales que aún no tienen ni fecha de parto?
En la misma cantidad de tiempo en la que el régimen no ha hecho nada sobre sus objetivos del Esequibo, el CNE no ha publicado las cifras exactas del referéndum ¿Qué le está pasando a Elvis Amoroso? ¿No puede sacar las cuentas sin calculadora? Fuera de cualquier sarcasmo, esto es un antecedente que debemos mantener en cuenta para cuando se “ejecuten” las presidenciales.
Ahora que lo pienso, el ego del régimen de Nicolás Maduro es atmosférico y muy frágil… ¿10 millones de personas salieron a votar por El Esequibo? ¡Ni Chávez logró esa cantidad de votos!
Dinorah
Dinorah obtiene nuevamente la confianza de la oposición para representarlos como la única institución democrática que queda en Venezuela… pero en el exilio.
Quizás todos subestimamos a la presidenta de la Asamblea Nacional, muchos estábamos escépticos sobre las acciones que podría tomar y qué tanto efecto tendrían estando en el exilio.
Pero Dinorah nos sorprendió con la reunión que sostuvo con el subsecretario estadounidense de Asuntos del Hemisferio Occidental, Brian A. Nichols, de la cual el único detalle que tenemos es que el país norteamericano aún reconoce a la Asamblea Nacional como la última institución democrática en Venezuela.
Esta reunión fue suficiente para que el régimen de Nicolás Maduro se burlara de ambas instituciones, pero esto realmente probó que el parlamento venezolano opositor aún mantiene un puente entre ellos y Estados Unidos.
¿Dicho puente valdrá la pena? porque aunque la Administración de Joe Biden siga mostrándose como la aliada de la oposición venezolana, el hecho de entregar a Alex Saab prueba que el hilo de comunicación entre la Casa Blanca y el régimen es mucho más efectivo que cualquier camino.
La liberación de Alex Saab fue justificada bajo el intercambio que se hizo por los estadounidenses que estaban secuestrados en Venezuela, pero llega ser casi morbosa la posición de Estados Unidos sobre dejar suelto al criminal corrupto más grande de América Latina en los últimos 20 años y al mismo tiempo, darse golpes de pecho sobre la lucha contra la corrupción en la región.
¿Cómo puede la oposición confiar en un aliado así? Esa es realmente la pregunta que vale la pena responder.
Ahora Maduro se burla de la oposición sobre su falta de inactividad ante la espera de órdenes por parte de la Casa Blanca, mientras que estos políticos opositores se aferran a unas elecciones que aún no se sabe si se van a realizar o bajo los términos que están exigiendo.
Un consejo que vale la pena gritar es que la oposición debería confiar un poco más en la justicia de Estados Unidos que en la misma política, porque mientras Alex Saab es soltado por Biden, la justicia federal mantiene detenido a Hugo “El Pollo” Carvajal, el espía que tiene toda la información para destruir al chavismo, también ha logrado que la justicia argentina ordenara el decomiso del avión de Emtrasur: Una avioneta que puede ser la prueba que hace falta para demostrar que el régimen de Nicolás Maduro colabora con organización terroristas internacionales.
¿Cuál es el miedo que puede tener ahora el régimen sobre las sanciones? Ellos ahora pueden hacer las elecciones como quieran sin tener ningún tipo de consecuencia porque Estados Unidos les devolvió el sujeto que sabe burlar dichas sanciones para Maduro y su pandilla, y para otros aliados como Rusia.
Es un camino más difícil para la Asamblea Nacional que para la chavista, pero es importante darle otra oportunidad a este parlamento opositor, porque aunque el exilio no permita que algunas decisiones no hagan efecto dentro de Venezuela, aún retumban y son una muestra que vale la pena combatir este monstruo.