En el contexto de la crisis política venezolana, agravada por los crímenes de lesa humanidad investigados por la Corte Penal Internacional (CPI), las propuestas de negociación de Henrique Capriles y Manuel Rosales tras el ciclo electoral de 2025 han sido descartadas por el régimen de Nicolás Maduro.

Jorge Rodríguez, jefe negociador y presidente de la Asamblea Nacional Chavista, anunció el 28 de julio de 2025 que solo dialogará con la «nueva oposición» de la Alianza Democrática y Fuerza Vecinal, que obtuvieron 50 alcaldías, excluyendo a Capriles, Rosales y la Plataforma Unitaria Democrática (PUD) de María Corina Machado, según Efecto Cocuyo y El País.

Con información de Efecto Cocuyo

Contexto de la crisis y negociaciones

  • Propuestas de Capriles y Rosales: Tras las elecciones del 25 de mayo y 27 de julio de 2025, marcadas por un 42,6% de participación y acusaciones de fraude, Capriles (Unión y Cambio) y Rosales (Un Nuevo Tiempo) abogaron por negociar con Miraflores para liberar presos políticos y buscar salidas a la crisis. Capriles, electo diputado, enfatizó el rol de EE. UU. en sanciones, mientras Rosales llamó a un «acuerdo democrático». Sin embargo, ambos fueron expulsados de sus partidos por romper con la PUD.
  • Rechazo del chavismo: Jorge Rodríguez desestimó a Capriles y Rosales, calificando a la oposición de Machado como «extremista» y celebrando el control del PSUV sobre 23 de 24 gobernaciones y 253 de 285 escaños parlamentarios. Maduro respaldó esta postura, ofreciendo diálogo solo a la «oposición a la medida» que no amenaza su poder.
  • Análisis político: Benigno Alarcón (CepyG-UCAB) señala que el régimen fabrica una oposición controlada (Alianza Democrática, Fuerza Vecinal) para legitimar comicios no competitivos, ilegalizando a la PUD, que logró el 67% de los votos el 28 de julio de 2024, según actas publicadas. María Isabel Puerta Riera indica que Maduro no siente presión para negociar, manteniendo el control mediante represión y vigilancia digital (VenApp, Siscom).

Consecuencias y desafíos

  • Falta de capacidad negociadora: Alarcón destaca que la oposición carece de fuerza para obligar al régimen a dialogar, ya que este controla instituciones y reprime a disidentes, con 853 presos políticos al 21 de julio de 2025 (Foro Penal). Puerta Riera advierte que la estrategia de Machado, centrada en declaraciones y organización clandestina, corre el riesgo de desconectarse si no evoluciona hacia tácticas más creativas, como en regímenes autocráticos históricos (e.g., Sudáfrica).
  • Crisis y crímenes de lesa humanidad: La represión post-28J, con 2.501 detenciones en 2024 (Un Mundo sin Mordaza) y casos como la desaparición de José Riera, refleja un patrón de violaciones sistemáticas. El régimen usa herramientas como la «Ley contra el fascismo» para silenciar a la oposición, mientras medios como El Nacional resisten la censura.
  • Oposición dividida: La fractura entre la PUD, que boicoteó los comicios, y los sectores de Capriles y Rosales, que participaron, debilita la cohesión. Machado insiste en no negociar más que la salida de Maduro, mientras Capriles y Rosales buscan cambios desde dentro, sin éxito ante un chavismo intransigente.

Perspectivas

Analistas coinciden en que la oposición debe redefinir estrategias, combinando presión internacional (sanciones al Cártel de los Soles, apoyo de EE. UU.) con movilización social, ante un régimen que no cede poder. La resistencia de Machado y González, exiliado en España, mantiene la legitimidad del 28J, pero requiere innovación para evitar la «orfandad política» de la población.