(Fuente: EFE / Infobae) Los presidentes de Brasil y Perú, Lula da Silva y Dina Boluarte, respectivamente, conversaron vía telefónica para buscar una solución sobre la crisis electoral que se está desarrollando en Venezuela.
Un comunicado que de la presidencia brasilera señaló que la conversación duró cerca de los 35 minutos y reafirmaron su apoyo a la “integración política, económica y logística”
Boluarte agradeció el apoyo de Brasil en la representación de los intereses de su país en Venezuela tras la ruptura de las relaciones diplomáticas con el régimen de Nicolás Maduro.
Con información de EFE
Venezuela rompió relaciones con Perú después de que este país, como otros de la región, denunciara fraude electoral en las elecciones venezolanas del pasado 28 de julio y reconociera como ganador al opositor Edmundo González Urrutia.
En cambio, Brasil, junto con Colombia, mantiene los canales abiertos con el Gobierno de Nicolás Maduro y la oposición, y ha pedido en reiteradas ocasiones la publicación de las actas electorales “desglosadas por mesa de votación”.
Ver más: OVCS: 36 protestas en 21 estados durante el #28Ago en Venezuela
En este contexto, Boluarte agradeció la posición brasileña de “buscar una solución para el impás electoral en Venezuela”.
En la conversación, en la que estuvo presente el asesor especial para Asuntos Internacionales de Lula, el excanciller Celso Amorim, el presidente brasileño manifestó su interés en participar en la próxima cumbre del foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), que se celebrará en noviembre.
El líder progresista también comentó la necesidad de tener una Secretaría General de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA), de la que forman parte Brasil, Perú y el resto de países amazónicos, “en pleno funcionamiento” para fortalecer el organismo.
Asimismo, Lula invitó a Perú a sumarse a la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, lanzada por Brasil en el ámbito del G20 y abierta a todos los países del mundo.
Esa iniciativa pretende coordinar acciones, intercambiar experiencias y reunir recursos para revertir las crecientes desigualdades sociales en los países más vulnerables.