(Fuente: Infobae) La Audiencia Nacional de España ha iniciado los trámites previos para llevar a juicio al exembajador de España en Venezuela, Raúl Morodo, a su hijo Alejo y a su nuera Ana Catarina Varandas, por lo que sería el blanqueo de fondos de la petrolera estatal venezolana PDVSA.

La decisión fue adoptada por el magistrado del tribunal Alejandro Abascal, a petición de la Fiscalía Anticorrupción.

El caso tiene como investigación principal el presunto pago de 4,5 millones de euros de PDVSA por parte de Alejo Morodo mediante lo que serían supuestos contratos falsos de asesoría legal suscritos con la petrolera venezolana entre los años 2012 y 2015, lapso de tiempo donde su padre ya no estaba frente de la embajada de Venezuela.

Ver más: Profesores y maestros no abandonan las calles ante amenazas del régimen de Maduro

El blanqueo del dinero se realizó supuestamente mediante una compleja trama de sociedades creadas por el hijo y otros personajes que son investigados actualmente, entre ellos la nuera del exembajador, además de dos socios venezolanos. Juan Carlos Márquez sería uno de ellos, quien se suicidó luego de declarar por estos hechos.

El caso de Raúl Morodo

Conocido como el “caso Morodo” está incluido dentro de lo que se denomina los “casos venezolanos”, pero por el hecho de que haya sido embajador de Venezuela durante el Gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero (2004-2011) lleva como consecuencia que sea juzgado separado de su hijo y nuera.

La investigación llega a la conclusión que aunque ambos casos tengan una cierta conectividad y complicidad, estos deben ser diferenciados y dotados de elementos que permitan el enjuiciamiento por separado.

Raúl Morodo, quien fue embajador del gobierno de Hugo Chávez, entre los años 2004-2007 se negó a declarar ante el juez de la Audiencia Nacional en el año 2021.

El nuevo representante del Juzgado Central de Instrucción Número 1 había citado a Morodo y su hijo Alejo, quienes se han acogido a su derecho de no declara, mientras que la exesposa del primero y la la esposa del segundo solo han respondido preguntas de sus abogados para desvincular su situación económica de los Morodo.