El régimen de Nicolás Maduro frustró la misión diplomática de Luigi Vignali, enviado especial de Italia para mediar por la liberación de Alberto Trentini y otros ciudadanos italianos detenidos en Venezuela. Vignali, nombrado por el ministro de Exteriores Antonio Tajani, llegó a Caracas el 4 de agosto de 2025, pero las autoridades venezolanas se negaron a recibirlo, según informó Corriere della Sera.

Trentini, cooperante de la ONG Humanity & Inclusion, lleva nueve meses encarcelado en la prisión de El Rodeo I, acusado vagamente de “conspiración” sin cargos formales, en un claro ejemplo de la “diplomacia de rehenes” del régimen para presionar a gobiernos extranjeros. Esta obstrucción agrava la crisis de los 807 presos políticos documentados por Foro Penal, incluyendo 83 extranjeros.

Un cooperante en el infierno de El Rodeo

Alberto Trentini, de 45 años, fue detenido el 15 de noviembre de 2024, mientras viajaba de Caracas a Guasdualito para una misión humanitaria. Desde entonces, ha enfrentado condiciones inhumanas en El Rodeo I, con solo dos llamadas a su madre, Armanda Colusso, en mayo y julio de 2025. “Estoy bien, pero agotado”, dijo Trentini, según Il Foglio. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) declaró el 7 de enero de 2025 que su detención sin cargos ni contacto regular representa un “riesgo urgente e irreparable”, exigiendo al régimen garantizar su integridad física y psicológica. Sin embargo, el silencio de Maduro persiste, reflejando un sistema judicial al servicio de la represión.

La negativa a recibir a Vignali coincide con la escalada represiva denunciada por la CIDH tras las elecciones fraudulentas de julio de 2024. La relatora Gloria de Mees señaló un “clima de miedo” que silencia a la población, con 2,000 detenciones arbitrarias y 25 asesinatos postelectorales. La “puerta giratoria” de Foro Penal, donde excarcelaciones como las de Alex Saab se contraponen a nuevos arrestos, evidencia la estrategia del régimen para manipular negociaciones internacionales. La detención de 15 italianos, incluyendo a Américo De Grazia y Biagio Pilieri, según Il Post, refuerza la percepción de que Maduro usa a los presos como “moneda de cambio”.

Un Llamado a la diplomacia y la justicia

La familia de Trentini, junto a su abogada Alessandra Ballerini, expresó confianza en la diplomacia italiana, pero exigió su regreso inmediato: “Tras nueve meses, Alberto debe volver a casa” (La Repubblica). La oposición italiana, liderada por Luana Zanella, demandó explicaciones a Tajani sobre este “fracaso” diplomático. Mientras, la fractura interna del chavismo, señalada por Gustavo Tovar, podría complicar las negociaciones. La comunidad internacional, con la OEA y la Corte Penal Internacional, debe intensificar la presión para liberar a Trentini y los demás presos políticos. Como afirmó María Corina Machado, “la libertad de Venezuela comienza con la justicia para sus rehenes”.