El presidente de Independent Venezuelan-American Citizens, Ernesto Ackerman, se pronunció este sábado sobre la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos de suspender temporalmente la deportación de presuntos pandilleros venezolanos detenidos en Texas, que iban a ser enviados a una prisión en El Salvador.

Ackerman, entrevistado en el programa La Tarde de NTN24, atribuyó la actual crisis migratoria a políticas fallidas de seguridad fronteriza bajo la anterior administración demócrata, y afirmó que la raíz del problema es el régimen de Nicolás Maduro, al que calificó como un “cartel”.

Hay un problema que venimos arrastrando desde la administración del presidente Biden, donde con fronteras abiertas entró gente que no sabemos quiénes son”, declaró el líder comunitario, al tiempo que sostuvo que muchos de los migrantes no aprovecharon los mecanismos legales para solicitar asilo político.

Ackerman señaló que ahora, bajo el liderazgo de Donald Trump, hay una oportunidad de corregir el rumbo migratorio:

80 millones de americanos votaron para que el presidente Donald Trump le pusiera una solución al problema migratorio. Trump está gobernando para Estados Unidos y no para Venezuela”.

Sin embargo, destacó que el origen de esta diáspora masiva debe mantenerse en el centro del debate:

Los venezolanos tuvieron que huir por el cartel de Maduro. Vamos a ponerle presión al presidente Trump para sacar al cartel de Maduro”.

Corte Suprema frena deportaciones

La declaración de Ackerman llega luego de que la Corte Suprema de Estados Unidos emitiera una orden de emergencia que suspende las deportaciones de los presuntos pandilleros venezolanos que serían enviados desde Texas a una prisión salvadoreña.

Se ordena al gobierno no expulsar a ningún miembro de la supuesta clase de detenidos de Estados Unidos hasta nueva orden de esta corte”, señaló el dictamen del máximo tribunal.

La medida judicial se produce en medio de un creciente debate nacional sobre la política migratoria de la administración Trump, que ha endurecido significativamente los controles fronterizos y ha priorizado la deportación de personas consideradas “una amenaza para la seguridad”.

Contexto político y presión internacional

Ackerman aprovechó el escenario para enlazar la política migratoria con la lucha internacional contra la dictadura de Maduro. Desde su rol como activista y líder de la diáspora venezolana en Estados Unidos, ha insistido en que la presión sobre el régimen debe continuar, y que cualquier solución migratoria será incompleta sin una transformación política en Venezuela.

No podemos dejar que se desvíe el foco. Los verdaderos responsables están en Miraflores”, sentenció.

La pausa decretada por la Corte abre una ventana para la revisión del caso de estos migrantes, mientras se reaviva el debate sobre cómo abordar el fenómeno migratorio venezolano desde una perspectiva que combine seguridad, legalidad y derechos humanos.