La reelección presidencial indefinida, recientemente aprobada en El Salvador, refleja un patrón en América Latina donde líderes populares concentran poder mediante reformas constitucionales, a menudo erosionando la democracia.
A continuación, se detallan los países que han permitido esta práctica en el siglo XXI, sus mecanismos y las consecuencias, vinculando el contexto con los crímenes de lesa humanidad en Venezuela.
Países con reelección indefinida
- Venezuela (2009)
- Mecanismo: Hugo Chávez impulsó una enmienda constitucional tras un referéndum en 2009, aprobado rápidamente tras un intento fallido en 2007. Argumentó que era un derecho humano y que el pueblo debía decidir.
- Consecuencias: Chávez gobernó hasta 2013, y Nicolás Maduro, su sucesor, permanece en el poder en 2025, consolidando un régimen autocrático. La CPI investiga crímenes de lesa humanidad, como detenciones arbitrarias y torturas, tras el fraude electoral del 28 de julio de 2024, con 853 presos políticos y 2.501 detenciones en 2024, según Foro Penal y Un Mundo sin Mordaza. La vigilancia digital (VenApp, Siscom) y la represión han sofocado la disidencia, forzando a líderes como María Corina Machado a la clandestinidad y a Edmundo González al exilio.
- Nicaragua (2014)
- Mecanismo: Daniel Ortega logró una reforma constitucional en 2014, tras un fallo de la Corte Suprema en 2010 que permitió su candidatura, ignorando el artículo 147 de la Constitución. La reforma eliminó límites de reelección.
- Consecuencias: Ortega, en el poder desde 2007, ha gobernado por 18 años en 2025, consolidando un régimen autoritario. La falta de independencia judicial y la represión de opositores han generado sanciones internacionales y denuncias de violaciones de derechos humanos.
- Ecuador (2015-2018)
- Mecanismo: Rafael Correa promovió una enmienda constitucional en 2015, aprobada por la Corte Constitucional, permitiendo la reelección indefinida. En 2018, un referéndum reintrodujo límites tras su salida.
- Consecuencias: Correa gobernó desde 2007 hasta 2017, acumulando poder y debilitando instituciones. La reversión de la reforma evitó una autocratización total, pero dejó tensiones políticas y una polarización persistente.
- Bolivia (2017-2019)
- Mecanismo: Evo Morales obtuvo un fallo del Tribunal Constitucional en 2017, basado en la Convención Americana de Derechos Humanos, para buscar reelección indefinida, pese a un referéndum adverso en 2016.
- Consecuencias: Las elecciones de 2019, señaladas como fraudulentas, desataron protestas masivas y la renuncia de Morales, quien denunció un golpe. La crisis debilitó la democracia, aunque los límites de reelección fueron restablecidos en 2020.
- El Salvador (2025)
- Mecanismo: Nayib Bukele, con una supermayoría de Nuevas Ideas, aprobó una reforma exprés el 31 de julio de 2025, eliminando límites de reelección y extendiendo mandatos a seis años. Un fallo de 2021 de la Corte Constitucional, con jueces afines, ya había permitido su reelección.
- Consecuencias: Bukele, popular por su mano dura contra pandillas, ha encarcelado a 80,000 personas bajo un estado de excepción, generando denuncias de abusos, según Human Rights Watch. La reforma consolida un modelo autocrático, comparado con Venezuela, amenazando la democracia.
Consecuencias generales
- Erosión democrática: La reelección indefinida, según Mario Torrico, facilita la autocratización al concentrar poder, debilitar instituciones y capturar el Poder Judicial, como en Venezuela y Nicaragua.
- Represión y violaciones de derechos: En Venezuela, la perpetuación de Maduro ha intensificado crímenes de lesa humanidad, incluyendo la vigilancia digital masiva (VenApp, Siscom) y detenciones arbitrarias. En El Salvador, las políticas de Bukele han generado arrestos masivos y suspensión de derechos, según Cristosal.
- Inestabilidad política: Bolivia enfrentó una crisis en 2019, y Ecuador vivió polarización. La falta de alternancia fomenta conflictos sociales y desconfianza institucional.
- Reversibilidad: Ecuador y Bolivia revirtieron la reelección indefinida, mostrando que la presión social y política puede restablecer límites, aunque con costos democráticos.
Contrastes y lecciones
Países como Colombia, donde la Corte Constitucional frenó a Álvaro Uribe en 2010, demuestran que instituciones independientes pueden evitar la autocratización. En cambio, la subordinación judicial en Venezuela, Nicaragua y El Salvador ha facilitado reformas autoritarias. La Corte Interamericana de Derechos Humanos (2021) señaló que la reelección indefinida contradice la democracia representativa, pero su impacto ha sido limitado.
En Venezuela, la reelección indefinida ha perpetuado un régimen autoritario, agravando la crisis humanitaria y la represión, con sanciones internacionales al Cártel de los Soles y una investigación activa de la CPI. La resistencia de medios como El Nacional, celebrada por Machado, y la lucha de la oposición destacan la importancia de proteger la libertad de expresión y la alternancia en el poder.