Un jurado de Miami-Dade concedió 14.5 millones de dólares a Mireya Cristina Cambero Cordero, una venezolana que sufrió años de violencia doméstica y maniobras fraudulentas por parte de su exesposo, José Fernando De Matos Rebolledo. Este fallo, reportado por El Nuevo Herald, culmina un litigio iniciado en 2015 en la corte del circuito de Miami-Dade, donde Cambero denunció agresiones físicas y sexuales, además de transferencias ilegales de bienes.
La sentencia expone cómo la crisis en Venezuela, marcada por crímenes de lesa humanidad bajo el régimen de Nicolás Maduro, agrava las vulnerabilidades de mujeres como Cambero, forzadas a emigrar y enfrentar amenazas transnacionales.
Cambero y De Matos, quienes emigraron a Florida en 2009 tras gestionar un exitoso negocio de distribución de carne en Venezuela, vivieron un episodio crítico en marzo de 2011.
Un oficial de policía, testigo del caso, lo describió como “el peor ejemplo de violencia doméstica” en su carrera, según documentos judiciales. Cambero, hospitalizada con lesiones graves en el Jackson Memorial Hospital, enfrentó presiones para retractarse de las acusaciones penales bajo amenazas contra su custodia y su familia en Venezuela.
De Matos, arrestado por 21 días, evadió mayores consecuencias penales, pero el caso civil reveló su estrategia de ocultar activos en Colombia y Venezuela.
Violencia y manipulación económica
El juicio demostró que De Matos transfirió propiedades, como una mansión en Coral Gables valorada en 4 millones de dólares, a hijas de otros matrimonios y empresas ficticias para eludir responsabilidades. Cambero, quien trabajó como empleada doméstica en Broward tras la disolución del negocio, relató años de abusos, incluyendo amenazas con armas y un parto prematuro por una golpiza, según El Nacional. Fotos médicas y reportes policiales respaldaron su testimonio, desmintiendo la negación de De Matos, quien afirmó que “solo se fueron a dormir” tras el incidente de 2011.
La sentencia reconoce el rol de Cambero en la fundación del negocio y el daño causado por la violencia y el fraude.
“Es un precedente contra la impunidad”, afirmó su abogado, Ricardo Hermida, en Diario Las Américas.
Sin embargo, la ejecución del fallo enfrenta retos, ya que De Matos podría apelar, y los bienes están dispersos en jurisdicciones bajo influencia del régimen venezolano, acusado por la CPI de crímenes de lesa humanidad como persecución y torturas.
La sombra del régimen venezolano
La amenaza de represalias contra la familia de Cambero en Venezuela refleja la represión del régimen de Maduro, que ha detenido a 2.501 personas por motivos políticos en 2024, según Un Mundo sin Mordaza. La diáspora venezolana, con 7,7 millones de emigrantes según ACNUR, enfrenta vulnerabilidades agravadas por el colapso económico y la persecución. María Corina Machado ha denunciado que el régimen usa el miedo para controlar, incluso en el exterior. El caso de Cambero, como el de los 853 presos políticos reportados por Foro Penal, evidencia cómo los crímenes de lesa humanidad trascienden fronteras.
La victoria judicial de Cambero es un faro de esperanza para las víctimas de violencia doméstica y del régimen. Mientras la oposición, liderada por Machado y Edmundo González, lucha por la democracia tras el fraude del 28J, este fallo refuerza la necesidad de justicia global para enfrentar los crímenes de lesa humanidad y proteger a los venezolanos en su búsqueda de libertad.