En medio de un contexto migratorio cada vez más restrictivo, centenares de migrantes venezolanos varados en el sur de México han intensificado sus protestas para exigir la reactivación inmediata de vuelos de repatriación humanitaria que les permitan regresar a Venezuela. La manifestación más reciente tuvo lugar frente a la estación migratoria Siglo 21 del Instituto Nacional de Migración (INM), en Tapachula, Chiapas, donde los manifestantes gritaron: “¡Queremos volver!”.
La protesta responde al endurecimiento de las políticas migratorias en Estados Unidos, implementadas tras el regreso de Donald Trump a la presidencia. Entre las medidas destacan deportaciones masivas y la cancelación de la aplicación ‘CBP One’, que permitía solicitar asilo desde México. Esta situación ha dejado a miles de migrantes venezolanos atrapados sin opciones: ni pueden avanzar al norte ni cuentan con los recursos para regresar por cuenta propia.
Exigen acción de Maduro y Sheinbaum
Los migrantes acusan al régimen de Nicolás Maduro de negarse a gestionar nuevos vuelos humanitarios. Aunque la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, declaró que estos ya se reactivaron, los venezolanos en Tapachula aseguran no haber recibido ninguna respuesta ni fecha concreta de traslado.
“Le pido a la presidenta Sheinbaum que nos ayude y que por favor hable con el presidente Maduro para habilitar más vuelos humanitarios desde Tapachula, Tuxtla Gutiérrez y Ciudad de México”, expresó Thais Aguilar, vocera de los manifestantes.
La protesta incluyó pancartas con mensajes dirigidos a ambos gobiernos:
“¡Ayuda, aviones Tapachula!”, “¡Queremos regresar a nuestro país, presidente Maduro!” y “¡Vuelos YA!”, reflejando la desesperación acumulada por meses de espera, hacinamiento y desamparo institucional.
Un drama creciente en la frontera sur
México recibió 24.413 deportados desde EE. UU. en las primeras ocho semanas del nuevo mandato de Trump, según cifras recientes ofrecidas por la presidenta mexicana. De ese total, 4.567 eran extranjeros, muchos de ellos venezolanos, quienes representan una cuarta parte de la migración irregular en territorio mexicano.
Las condiciones en Tapachula, donde opera uno de los centros migratorios más grandes del país, se han agravado con el incremento del flujo migrante, generando colapsos en los servicios, escasez de alimentos y falta de asistencia médica básica.
A pesar de los anuncios oficiales sobre vuelos de repatriación, los migrantes aseguran que la mayoría de las rutas aún no han sido habilitadas, y se sienten abandonados por ambos gobiernos.
Repatriación humanitaria: una deuda pendiente
El último vuelo humanitario confirmado con destino a Venezuela desde México ocurrió hace semanas. Desde entonces, no ha habido avances sustanciales, y los migrantes aseguran que ni el consulado venezolano ni las autoridades mexicanas les ofrecen información clara.
“No podemos quedarnos más tiempo aquí. No tenemos trabajo, ni comida, ni esperanza. Solo queremos volver con nuestras familias”, gritaba una mujer durante el plantón en Siglo 21.