(Redactado por David Gallardo) Un par de venezolanas salen de la embajada, no pueden contener la felicidad y tranquilidad que por fin lograron sacar su pasaporte. Se felicitan entre ellas y se turnan para tomarse una con su documento en mano y con la fachada de la Embajada de Venezuela en Chile como su fondo. Esta última descripción se puede ver a pocos metros, pero desde la vista de otros venezolanos, parece abrirse un abismo ante la injusticia del brazo diplomático del régimen de Nicolás Maduro que se rehúsa a darle el derecho de identidad a la mayoría de los venezolanos en el exterior.

El éxodo venezolano ha afectado a todo el continente, siendo Colombia el país con más venezolanos migrantes, sin embargo Chile es una nación destino estable para muchos venezolanos que tratan de escapar de la crisis humanitaria de su país.

Actualmente Chile tiene un problema fronterizo por la cantidad de migrantes que quieren ingresar al país desde el norte, en los límites con Perú. La llegada de los venezolanos ha ocasionado problemas en los pueblos norteños, los cuales tienen una baja densidad poblacional y se ven afectados por la cantidad de personas que duermen en la calle o piden dinero para continuar con el recorrido dentro del país.

Si bien esta migración ha traído una gran cantidad de capital humano que ha beneficiado al país, también está el lado oscuro de la moneda, muchos criminales han ensuciado el buen nombre de la nacionalidad venezolana. Hoy el Tren de Aragua es una organización criminal ya conocida por el público chileno, que ha hecho estragos en crímenes que van desde secuestros, extorsión hasta narcotráfico.

El malestar local

La embajada de Venezuela en Chile es todo un tema de controversia y malestar vecinal en la comuna (municipio) Providencia, en la ciudad de Santiago. Día a día, los venezolanos se acercan a la sede para obtener información sobre trámites, citas o incluso hacer uso de la esperanza para saber si al final es su turno de terminar su trámite. La aglomeración de personas ha ocasionado el malestar de los vecinos y es por que su alcalde se ha pronunciado al respecto.

A principios del mes de diciembre del año pasado, este malestar alcanzó un nuevo nivel: los vecinos solicitaron acciones legales por parte del Estado chileno sobre esta situación.

Aunque las autoridades locales no pueden accionar movimientos legales contra la embajada, solamente el gobierno nacional, se emitió un comunicado que expresa que «el Municipio de Providencia está estudiando acciones legales ante organismos nacionales y de Derechos Humanos. Esto con el fin de poder colaborar con la situación humanitaria que se vive en el lugar y velar por los vecinos del sector».

El problema no es solo la aglomeración de personas, sino las consecuencias. “La gente no puede dormir, cuando salen de sus casas hay mucha feca humana, porque la gente hace fila desde las 6-7 de la tarde, hasta la mañana siguiente, que es cuando los atienden. No hay baño, no hay nada”, denunció la alcaldesa de Providencia Evelyn Matthei sobre las filas que a veces empiezan un día antes para atenderse con los funcionarios de la embajada.

Matthei también mencionó que las personas que se reúnen a las afueras de la embajada de Venezuela “muchas veces tienen frío, para pasar las horas empiezan a conversar o a cantar y, por tanto, hay una desesperación de parte de todos los vecinos«.

El círculo vicioso de la Embajada de Venezuela en Chile

Los trámites y servicios que ofrece la embajada son relacionados a la identidad y a documentos apostillados que validan estudios, licencias y poderes, pero la pesadilla de lograr todos estos trámites suele tomar forma de una especie de ruleta rusa, de la que no se saben quién saldrá favorecido y quien tendrá que quedarse atrapado en la espera de su turno.

Llegar a la sede de la Embajada es relativamente fácil, puesto que tiene una ubicación céntrica dentro de Providencia, solo a pasos del metro y la avenida Avenida Francisco Bilbao, la cual es un recorrido para varios autobuses.

Solo al acercarte te puedes dar cuenta que conseguiste la sede por la aglomeración de personas que rodea toda la calle, algunos cerca de la puerta y otros a distancia evitando la masa de gente o acompañando a quienes están haciendo el trámite.

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Hacer diligencias en la Embajada de Venezuela en Chile es un verdadero dolor de cabeza para los venezolanos que viven en Santiago, pero una pesadilla mayor para quienes viven en el interior del país, puesto que es una apuesta que tiene muchas posibilidades de perder.

Esto ocurre porque la embajada no tiene un sistema de citas propio, sino que forma parte de la plataforma del Saime (Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería) de Venezuela, el cual ha cambiado más de un vez, dejando una gran cantidad de personas en un limbo que no pueden avanzar en sus trámites.

La excusa más reciente de los funcionarios de la embajada es que el Saime elimina las citas desde la central en Caracas, por lo cual muchos venezolanos pierden su viaje en más de una ocasión para realizar su diligencia, no obstante esto no es lo único que ocurre.

Muchos venezolanos se han quejado que la eliminación de citas es una problemática constante, pero a veces también ocurre la eliminación de usuarios, lo cual empieza por ser un círculo vicioso, puesto que «se supone que la embajada no tiene grandes accesos para solucionar estos problemas, pero aún se reciben algunos documentos y te solicitan que vuelvas a hacer la diligencia por internet».

Otra delas denuncias de los venezolanos es la presencia de los gestores, personas que pueden agilizar el trámite si se realiza un pago extra por su servicio. Esta es otra evidencia de la corrupción que se vive dentro de las embajadas de Venezuela en todo el mundo, puesto que si el argumento es que el Saime controla las citas ¿cómo estos gestores pueden burlar el sistema y terminar el trámite?

La identidad

Lo que muchos venezolanos necesitan de la Embajada es su derecho fundamental y humano a la identidad fuera del país, lo cual les ayuda a regularizarse en el exterior, pero a pesar de los operativos y entregas masivas de algunos documentos que ha hecho en los últimos meses la embajada, la humillación que viven muchos venezolanos es inmensa solo para poder tener un derecho humano.

Testimonios

Los siguientes testimonios tendrán un cambio de nombres para proteger la identidad de los venezolanos, puesto que no se quieren represalias por parte de la Embajada 

1. Antecedentes

Julio tiene un año esperando por sus antecedentes penales en la Embajada de Venezuela en Chile, los cuales necesita para validarlos ante las autoridades chilenas y así conseguir mejores oportunidades laborales. Llegó hace dos años a Santiago junto a su esposa y dos hijas, desde ese momento empezó a trabajar en el sector inmobiliario, un campo de la economía chilena que ha estado en auge por este crecimiento poblacional junto a la migración masiva de venezolanos, haitianos y peruanos.

Julio nunca ha faltado a un día de trabajo, de hecho suele pedirle días extras a su empleador para así tener un mejor sustento para su familia, sin embargo el día de ayer tuvo que faltar puesto que está cansado de las burlas del sistema de la Embajada.

«He venido varias veces para que me entreguen mis antecedentes, he logrado entrar y hablar con una funcionaria que hace la mayoría de los trámites, de hecho le entregué mis papeles y meses después hacen como si no los hubiesen recibido (…) yo le tomo foto a todo y no pudieron decirme que no cuando les mostré la fotos de cuando entregué los papeles, de cuando traté de ingresar al sistema online, pero aún así no me dan respuesta», denunció el ciudadano venezolano.

Mientras conversaba con nosotros, no paraba de hablar con su empleador puesto que tuvo que faltar a su trabajo y aunque ha mostrado ser responsable, Julio sabe que no tiene un contrato estable y esta diligencia perdida en la Embajada le puede costar el día laboral o incluso su empleo.

«No quiero pagarle a nadie, pero si esto sigue así, voy a tener que hablar con un gestor para que me saque mis papeles».

2. Los billetes

José Andrés tuvo mejor suerte con el nuevo sistema de cita del Saime. Él comenta que hizo la solicitud de su pasaporte en julio del 2022 y lo recibió hace un mes en la Embajada de Venezuela en Chile.

El ciudadanos afirma que este nuevo sistema es mucho mejor. Tuvo la suerte de ser citado, se presentó en la sede, lo dejaron pasar y realizó su trámite con rapidez hasta que llegó el momento de pagar.

José Andrés explica que la embajada no recibe dólares que no hayan sido emitidos antes del 2017, tampoco que tengan arrugas, manchas o si simplemente si la funcionaria no le gusta la apariencia, pues tampoco se acepta.

«Entonces lo que hace es que manda a las personas a DHL (sucursal comercial de la empresa de envíos) que está justamente al frente de la embajada y ahí atienden unas personas y te cobran 5 mil pesos (6 dólares aproximadamente) única y exclusivamente por cambiarte los billetes de 10 dólares», comentó el venezolano.

3. Limbo

Luis llegó a Chile en el 2019 y en la actualidad tiene su pasaporte vencido, desde el año pasado ha tratado de terminar su trámite de renovación, el cual necesita para mantener su estatus regular en el país.

Constantemente va a la Embajada a solicitar respuesta de la eliminación de sus citas, además se ha dado la tarea de archivar cualquier tipo de pruebas al respecto, además de sus requisitos y los documentos que indican la discapacidad que tiene.

Luis tiene una hemianopsia visual con desviación total del lado izquierdo de ambos ojos, esto fue a causa de un Ataque Cerebrovascular que tuvo hace ocho años. En Venezuela tenía su documentación de discapacidad, otro trámite que necesita ser validado en Chile.

Una de las cosas que Luis debe evitar es molestarse por su condición, pero esta es una tarea casi imposible cuando visita la Embajada y siempre le inventan una nueva excusa sobre la eliminación de su cita. «Las autoridades de la embajada solo dicen que ellos solo captan datos y nada más. Que simplemente el Saime anuló las citas desde Caracas y ellos no pueden hacer nada al respecto, que debemos reagendar citas (…) que con respecto a que no hay citas para Chile hasta el 2030 es pura mentira».

Luis necesita su estabilidad migratoria para aspirar a mejores condiciones laborales en Chile. Insiste en que la Embajada debe entregar su servicio a todos los venezolanos por igual y validar su derecho a la identidad. Tampoco le interesa pagar un gestor puesto que considera injusto que alguien más se aproveche de la situación y hagan dinero a partir de los venezolanos vulnerados.

4. Uruguay

Andrés vive en Chile, pero jamás ha tenido la necesidad de ir a la Embajada de Venezuela para realizar algún trámite, pero su pasaporte está por vencerse así que necesita hacer la diligencia para poder salir con tranquilidad del país, puesto que disfruta de viajar. Un amigo que vive en Uruguay le recomendó sacar su pasaporte en Montevideo, afirma que es mucho más rápido y que no existe tanta demanda.

Entonces Andrés aprovecha la aparición del nuevo sistema del Saime y coordina su trámite con sus vacaciones en el país sudamericano. Explica que los funcionarios son amables y están atentos a los requisitos que se exigen, sin embargo existe un gran cruce de información sobre dichos papeles. «Las afueras de la embajada tenían la lista de requisitos que era totalmente distinta a la que tenían los venezolanos que iban ese día a la cita (…) yo por suerte fui con los documentos correctos gracias a mi amigo que ya había ido anteriormente», comentó Andrés.

El ciudadano también nos comentó que los funcionarios se dieron cuenta que él tenía la lista correcta de requisitos y le preguntaron cómo obtuvo la información. Finalmente, en la cuenta de Instagram de la Embajada se publicó un post con la información correcta al día siguiente para evitar estos problemas.

Con respecto al viaje en avión de Andrés, pagó 312 dólares por un pasaje ida y vuelta con escala en Buenos Aires, Argentina. La misma cantidad pagó por su estadía, la cual duró 10 días. El costo del pasaporte fue de 216 dólares, más el arancel consular que fueron 120 dólares.