(Redactado por David Gallardo) Más de 100 personalidades dentro del mundo político y cultural de Venezuela han unido para exigir justicia por el reciente asesinato de Edwin Santos, dirigente fundador del partido Voluntad Popular en el estado Apure, quien fue detenido por casi 48 horas por agentes del régimen de Nicolás Maduro y luego apareció su cuerpo sin vida en la frontera con el estado Táchira.
En un comunicado emitido y divulgado a través de las redes sociales, los demócratas tildan la noticia como “dantesca”, agregando los detalles de su desaparición arbitraria.
“Según testigos del hecho, se trató de una camioneta negra ocupada por hombres encapuchados. Así lo narran varios ciudadanos y lo informa el propio párroco de la comunidad en un video público. Igualmente se recibió información de otros presos que vieron a Edwin en el lugar en el que estaban detenidos, en el estado Apure”, señaló el comunicado.
El cuerpo de Santos fue encontrado en las adyacencias del puente que comunica los estado Apure y Táchira, estructura que el dirigente constantemente denunciaba que se encontraba en malas condiciones y que señalaba al gobierno regional como responsables del descuido.
“La versión del Gobierno es que tuvo un accidente de tránsito mientras conducía su moto. Pero el Estado debe explicar a Venezuela y al mundo ¿Cómo puede tener un accidente de tránsito alguien que se encontraba detenido e incomunicado en la sede de un organismo de seguridad? El Gobierno ha amenazado, además, con “investigar” a quienes denuncien esta atroz desaparición y muerte. Pretenden convertir en única, su versión de la “realidad” en Venezuela. Anuncian que no tolerarán otras versiones disidentes y pretenden prohibir la realidad, si esta no les conviene. Una muestra clara de su enorme desespero por acallar la crítica ciudadana”, señala el comunicado sobre las últimas acciones del régimen con respecto al caso.
Los demócratas también exhortan a “todos los movimientos, partidos y gobiernos demócratas del mundo, a condenar con la mayor fuerza este hecho, exigir una investigación independiente, tal como lo establece el Convenio de Estambul de 1999 y el Protocolo de Minnesota y denunciar esta escalada de violencia y criminalidad que el Gobierno de Maduro pareciera aumentar”.
Ver más: Chihuahua crea unidad para combatir al Tren de Aragua
Comunicado
La muerte de Edwin Santos no puede quedar impune Demócratas exigen que pare el terrorismo de Estado en Venezuela
Este viernes, 25 de octubre de 2024, Venezuela recibió la dantesca noticia de la muerte de Edwin Santos, líder social de la comunidad de El Nula, Edo Apure. Esposo, padre de dos niños, miembro de una comunidad católica, trabajador y militante del partido Voluntad Popular.
Es un hecho conocido y público que Edwin fue detenido el día miércoles 23 de octubre por un organismo de seguridad de Estado. Según testigos del hecho, se trató de una camioneta negra ocupada por hombres encapuchados. Así lo narran varios ciudadanos y lo informa el propio párroco de la comunidad en un video público. Igualmente se recibió información de otros presos que vieron a Edwin en el lugar en el que estaban detenidos, en el estado Apure.
Es un hecho conocido y público que a Edwin se lo llevaron vivo y estaba incomunicado. Así lo informa su familia. Y este viernes aparece el cadáver de Edwin en el puente sobre el que había denunciado públicamente en varias oportunidades su mala condición y cómo esto afectaba a la comunidad.
Vistos los hechos, todo indica que no solo se trata de una desaparición forzada, sino que, además, el desaparecido ha aparecido muerto.
La versión del Gobierno es que tuvo un accidente de tránsito mientras conducía su moto. Pero el Estado debe explicar a Venezuela y al mundo ¿Cómo puede tener un accidente de tránsito alguien que se encontraba detenido e incomunicado en la sede de un organismo de seguridad?
El Gobierno ha amenazado, además, con “investigar” a quienes denuncien esta atroz desaparición y muerte. Pretenden convertir en única, su versión de la “realidad” en Venezuela. Anuncian que no tolerarán otras versiones disidentes y pretenden prohibir la realidad, si esta no les conviene. Una muestra clara de su enorme desespero por acallar la crítica ciudadana.
Como sociedad no podemos guardar silencio frente a este horrendo hecho que evidencia un crimen de Estado. Los venezolanos y la comunidad internacional debemos condenar con la mayor firmeza esta ola represiva.
Quienes nos asumimos militantes históricos de la diversidad de corrientes y movimientos de izquierda, progresistas y del humanismo venezolano, manifestamos nuestra solidaridad con la familia, compañeros y amigos de Edwin, acompañaremos sus denuncias y la exigencia de justicia y reparación, y condenamos enérgicamente estas prácticas que solo pueden denunciarse como terrorismo de Estado.
Exigimos la inmediata liberación de todos los presos políticos y la separación inmediata de sus cargos a los oficiales involucrados en este hecho, así como una investigación imparcial de toda la cadena de mando involucrada.
Igualmente, solicitamos a todos los movimientos, partidos y gobiernos demócratas del mundo, a condenar con la mayor fuerza este hecho, exigir una investigación independiente, tal como lo establece el Convenio de Estambul de 1999 y el Protocolo de Minnesota y denunciar esta escalada de violencia y criminalidad que el Gobierno de Maduro pareciera aumentar.
Venezuela tiene horas oscuras de su historia manchadas con crímenes de Estado en nombre de la democracia. Esos crímenes cimentaron la lucha por una sociedad distinta. Quienes se apropiaron de ese sueño y se visten hoy con el disfraz de socialistas de izquierdas, cometen los mismos crímenes que hemos condenado. Es el crimen en nombre de una mentira, una falsificación total de la realidad y del sentido humanista de lo que alguna vez fue nuestro sueño libertador.
¡Defendamos la verdad y la libertad!
¡No más muerte y cárcel para el pueblo!