La diáspora Wayuu en la guajira venezolana luce indetenible, cada vez es más evidente la poca afluencia de personas en poblados de los municipios limítrofes con Colombia,  las implicaciones son diversas, que van desde lo cultural hasta lo social.

Los Wayuu, una diáspora Indetenible

Desde hace años el colapso en los servicios públicos en el occidente del país ha ocasionado una estampida de personas que buscan tener una mejor calidad de vida El estado Zulia ha pasado por apagones generales e inestabilidad eléctrica desde el año 2009, saqueos y la desaparición de 600 empresas en menos de 96 horas en el año 2019, en la guajira la situación no fue distinta, hoy son cada vez más quienes deciden salir y ya no a Colombia. 

German Palmar es el párroco de la iglesia de Guarero, en el estado Zulia, y ha visto en poco tiempo como paulatinamente las familias van perdiendo integrantes. “Casualmente hoy una familia se fueron todos los jóvenes de ella me llegaron esta mañana padre nos vamos, toca irse porque no tenemos para mantenernos aquí y a todo riesgo”, declaró Palmar.

Oraciones por los migrantes

Se van por varias rutas, incluidas la tristemente célebre selva de El Darién. German Palmar es un sacerdote de Maracaibo pero ya tiene más de 4 años en Guarero y ha visto muchas de las razones por las cuales su feligresía se va, las jornadas de alimentos tardan meses y lo que venden a bajo precio no alcanza ni para una semana. Lo otro, la ausencia de electricidad, los apagones, en ocasiones los mismos vecinos se sorprenden cuando tienen energía en sus casas más de 24 horas continuas.

En las celebraciones religiosas se hacen oraciones por la salud de los enfermos, por los fallecidos, hasta por los nacimientos de niños en las familias de determinado sector, hoy sacerdotes como German agregaron una nueva petición a Dios, y es por los migrantes, piden al Señor lleve a esos jóvenes y padres bajo su protección y los invisibilice ante el peligro. 

Eso es de locos

Todo lo antes descrito contribuye a la diáspora y ¿cómo no hacerlo?, nadie en su sano juicio busca quedarse en una zona donde no hay garantías para quienes allí viven. Jairo Gil es docente y conoce el tema de La Guajira, recientemente se reunió con los miembros del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiado, Acnur, y lo que les dijo no fue de su agrado. ¨Yo jocosamente le decía si alguien migra para Venezuela no necesita refugio, necesita un manicomio porque es un problema psiquiátrico que tiene porque el que se venga para acá está loco si más bien todo el mundo eso es de locos venirse de allá para acá¨, aseguraba el docente.

Considera que el papel de Acnur en el país debería ser distinto porque hace mucho tiempo Venezuela dejó de ser un país de acogida, ahora es una nación de donde sus habitantes salen desesperadamente. Asegura que la organización debería estar fuera del país preparando a nuestra diáspora que sale cada vez menos preparada para enfrentar el cambio no solo de espacio geográfico, sino de cultura. 

Su papel podría ser más de pedagógico para quien migra, Acnur conoce del tema de refugiados y movilizaciones masivas en todo el mundo, eso podría servir de ayuda para nuestra diáspora.

Muere tres veces 

Los wayuu mueren tres veces, la primera muerte natural, años más adelante sus restos son sacados, se limpian los huesos en un acto muy solemne y con eso tienen su segundo velorio. La tercera y última muerte es la más triste de todas, es cuando es olvidado. Durante la pandemia no se hicieron segundos velorios en dos años, ahora se están haciendo y no solo debido al retraso por la Covid 19, hay otra razón, y es por los que se van, quienes deciden irse saben que será difícil regresar, por eso prefieren cumplir con su costumbre, en la actualidad se están haciendo exhumaciones casi todos los fines de semana en La Guajira, sin duda, la diáspora impactó con fuerza en la cultura wayuu.

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Muchos aseguran que algunos están regresando a Venezuela y tienen razón, ese regreso a la patria tiene su razón de ser, para irse a Estados Unidos, quienes optan al llamado Parole Humanitario, deben salir necesariamente del país, y por eso muchos volvieron, a resolver algunas cosas y a cumplir los requisitos norteamericanos de ingreso a esa nación. Primero se fueron los jóvenes y ahora, esos que ya se estabilizaron están buscando la manera de llevarse al resto de la familia.

No solo está la migración definitiva, hay una que funciona como una especie de péndulo, va y viene de Venezuela hasta Colombia y viceversa. Esta movilidad existe porque en los departamentos colombianos cercanos al Zulia recibe a la mano de obra desempleada venezolana y que no tiene los recursos para irse más lejos. 

Educación Pendular

Y esto no aplica solo en lo que a empleos se refiere, en la parte educativa también, muchos estudiantes de la parroquia de Guarero reciben enseñanza del lado colombiano, y del venezolano también, en las pocas escuelas que en el municipio Guajira están aptas. En pocas palabras la migración no solo es pendular, la educación también lo es. Del lado de Maicao les dan comida y en ocasiones hasta los útiles escolares, en Venezuela muchas escuelas no tienen ni agua.

Los acontecimientos políticos sin duda incidirán en el comportamiento de la diáspora actual, y los resultados de las elecciones presidenciales serán fundamentales y de ellos dependen que más personas salgan de Venezuela despavoridas, huyendo de la llamada Revolución Socialista de Nicolás Maduro.