(Fuente: La Tercera) Existen aún muchas dudas alrededor del caso del teniente retirado venezolano Ronald Ojeda, quien fue secuestrado y asesinado en Santiago de Chile siendo un refugiado bajo el gobierno de Gabriel Boric.

El motivo del asesinato sigue siendo una de las más grandes dudas del caso, no obstante la Policía de Investigación de Chile (PDI) logró conseguir una de las primeras pistas el 01 de marzo, nueve días después del secuestro: El cuerpo de Ojeda.

Horas más tarde la Fiscalía ya tenía en frente al primer incautado en el caso.

Ver más: Los Wayuu se universalizaron, huyen de su territorio por la crisis

Lo primero que surgió fue el dato de dónde estaba el cuerpo de Ojeda. Los detectives recibieron un llamado anónimo que decía que en el campamento Vicente Reyes de Maipú, ubicado en Camino a Melipilla y Avenida Pajaritos, había movimientos y ruidos poco habituales, atribuibles a movimientos de carga.

Por lo mismo, las policías concurrieron hasta el lugar, donde habitan en su mayoría familias hatianas, colombianas y venezolanas. Es más, en una querella presentada por la Municipalidad de Maipú, en marzo del 2022, en medio de un conflicto judicial contra un grupo de extranjeros que vendía terrenos ilegales en el sector, señalaban que “el municipio de Maipú pudo advertir que tal asentamiento se compone de un 90% de personas inmigrantes, que pueden ocupar un sitio tras el pago de $500.000 a personas también extranjeras que residirían en el campamento Vicente Reyes. Como es de suponer, dichas construcciones carecen de acceso a agua potable, alcantarillado y demás servicios básicos, y se ubican en un área no edificable por su inmediata proximidad a rutas de alta velocidad y, además, por existir actividades industriales autorizadas relacionadas con el gas y el petróleo”.

Fue hasta ese lugar que llegó la PDI en busca de las primeras pistas que podían ayudar a resolver una parte importante del caso. En el lugar, los policías se encontraron con una mediagua, donde se advirtió que en el piso había un improvisado piso radier de cemento.

El piso tuvo que ser removido, hasta excavar 1,4 metros. Fue en ese punto que dieron con una maleta, la que en su interior guardaba el cuerpo del teniente (R) Ojeda, el cual tuvo que ser retirado en una retroexcavadora.

Sin disparos en el cuerpo de Ronald Ojeda

Una de las cosas que primero advirtieron los investigadores es que el cuerpo de Ojeda no presentaba disparos ni heridas con elementos cortopunzantes.

El cuerpo de la víctima, sin embargo, sí presentaba signos de asfixia “mecánica posicional” y una data de muerte de entre 7 y 10 días. Se sospecha que quienes cometieron el ilícito impidieron la “aireación pulmonar” de Ojeda, imposibilitándole la movilidad en la caja torácica.

Paralelamente a esa diligencia, la Fiscalía ordenaba la primera detención en el caso. Un joven que tendría cerca de 17 años, identificado como Ángel C., quien no presenta un rut registrado en Chile, de nacionalidad venezolana, y quien ingresó ilegalmente al país.

Los investigadores llegaron a él luego de verificar rutas y cámaras de seguridad. Es así que comenzaron a vincularlo al caso, pero -hasta ahora- no directamente en el homicidio.

Según fuentes consultadas, al imputado se le atribuyen labores de vigilancia y cobertura del secuestro de Ojeda, lo que mantiene al Ministerio Público indagando al resto de los autores del delito. Por lo mismo, hay dos órdenes de detención pendientes, en curso.

Haga clic aquí para continuar leyendo el reportaje