Después de un largo tiempo donde la crisis de Venezuela no permitía realizar o costear algunos macro eventos o conciertos, se reactivaron las industrias del entretenimiento en el país de un día para todo.
Salieron a la luz decenas de productoras trayendo artistas internacionales, las llamadas tickeras o boleterías que jamás habían estado registradas en el país, ahora tenían la capacidad de producir eventos pequeños y grandes.
Tarimas, sonidos, logística, seguridad, contratos que pueden contener cifras inalcanzables para un país que presenta una crisis humanitaria grave.
Las entradas más económicas pueden variar desde $30 la mínima como $700 a $900 la mayor, ningún concierto en el país ha podido vender su totalidad de entradas y según fuentes internas de estas productoras deben regalar entradas para lograr justificar la audiencia del evento.
Aunque los números y las cifras no dan para costear los conciertos en el país, es la perfecta excusa para lavar dinero y también darse sus gustos chavistas del imperio revolucionario.
El pasado domingo 10 de diciembre se presentaba en Venezuela el cantante de la bachata Romeo Santos en la base militar de la Carlota ubicada en la capital del país, el concierto horas antes tomó un supuesto rumbo y es que se había corrido la voz que sería suspendido.
El domingo el concierto empezaba a las 8:00 pm y el artista se presentó a las 4:00 am del día siguiente alegando que fue irresponsabilidad de la producción
¿Pero quién estaba detrás del financiamiento? El presunto responsable de la organización del show fue identificado como Juan Carlos Araujo Durán, un narcotraficante colombiano que cumple sentencia en Venezuela debido a que en 2015 fue capturada su aeronave con 459 kilos de cocaína en República Dominicana.
El empresario se encuentra en el Internado Judicial El Rodeo II, a aproximadamente 53 kilómetros de la capital venezolana.
Araujo también estaría involucrado en la estafa a los organizadores del concierto de Anuel AA, realizado en el mes de marzo de este año. El colombiano habría utilizado estas empresas para
Araujo Durán es el exdirector de Producciones Solid Show 2050 y fue sentenciado a 30 años de cárcel en 2020 por narcotráfico y lavado de dinero a través de dicha empresa de entretenimiento en Venezuela, que fue utilizada como una fachada para ocultar operaciones ilegales, según la justicia venezolana.
Por ese motivo, el fiscal general, Tarek William Saab, anunció que se realizaría la investigación correspondiente sobre las promotoras del evento que agredieron y abusaron de la buena fe de la fanática del cantante.
El Ministerio Público se encuentra ahora tramitando las medidas de prohibición de enajenar o gravar bienes a estas personas y sociedades mercantiles, y la inmediata inmovilización de los
Se aproxima un concierto de gran fuerza económica y logística de la cantante Karol G, costear requiere de una fuerte cantidad de dinero que solo el chavismo puede cancelar.
Venezuela está envuelta en corrupción, narcotráfico y los eventos realizados durante el año permiten lavar dinero sucio con cantantes.