(Redacción por David Gallardo) El empresario venezolano y exmiembro de la junta directiva de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), Pedro Mario Burreli, considera que la nueva narrativa que se está construyendo a través de varios medios de comunicación en Estados Unidos sobre el levantamiento de sanciones de Venezuela funciona por presiones que están realizando empresarios atados a bonos que se encuentran paralizados.

Los medios de comunicación como el Washington Post o Bloomberg, que gozan de buena reputación, prestigio e influencia en el campo periodístico, han publicado artículos que sugieren que las sanciones impuestas por parte de Estados Unidos y la Comunidad Internacional contra Venezuela deben ser levantadas.

Burrelli explica que estos medios de comunicación se están dejando influenciar sobre la presión de empresarios que tienen bonos asociados a empresas o figuras relacionadas a estas sanciones, lo cual les produce pérdidas o los limitan a tener ganancias. «Nos damos cuenta que a estas personas no les interesa lo que pasa en Venezuela, solo quieren ganar dinero», agregó.

Alex Saab como arma de negociación

Existen fuertes rumores sobre la posibilidad de que se use al testaferro de Nicolás Maduro, Alex Saab, como parte de alguna negociación entre Estados Unidos y Venezuela. El criminal, que está detenido desde el 2020, es una parte fundamental para Estados Unidos, que le interesa conocer la maquinaria ilícita que usó el régimen de Nicolás Maduro para evadir sanciones y crear empresas para lavar activos.

Burrelli contempla que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, es uno de los menos interesados en que Saab entregue información a Estados Unidos sobre sus actividades y operaciones ilícitas.

Estados Unidos durante estos últimos años ha perfilado una política de que no exista ninguno de sus ciudadanos detenidos en el exterior bajo razones políticas. Este tipo de postura se ha vuelto como una especie de debilidad, considera Burelli, puesto que los regímenes como Venezuela optan por secuestrar a estadounidenses para usarlos en procesos de negociación.

Estas situaciones ponen en alto peligro a los ciudadanos americanos puesto que cualquiera podría ser secuestrado o detenido por fuerzas guerrilleras, terroristas o dictaduras para usarlos como canje o mediaciones.

No obstante, Burelli duda mucho que el Departamento de Justicia considere que Alex Saab sea una carta para canjear en un proceso de negociación con Venezuela, ya que es una pieza fundamental para conocer los crímenes, conexiones y el funcionamiento del régimen de Nicolás Maduro.

Burelli también establece que uno de los puntos débiles que ha aprovechado el régimen de Nicolás Maduro por parte de Estados Unidos es el poder de clemencia que tiene el presidente Joe Biden. El presidente de Estados Unidos tiene la capacidad de perdonar algún crimen, mientras que no sea federal o impeachment. a cualquier persona que se encuentre en proceso de juicio o esté pagan condena. Este perdón se le fue otorgado a Efraín Antonio Campo Flores y Francisco (Franqui) Flores de Freitas, conocidos como los narcosobrinos. Burelli considera que esta acción solo le abrió más el apetito a la dictadura y por eso existe esta fuerte campaña para la liberación de Saab, apelando así a este «perdonazo» que le puede otorgar Estados Unidos.

La política diplomática de Estados Unidos

Burelli tiene fuertes opiniones sobre el funcionamiento de la diplomacia estadounidense desde la administración del presidente Joe Biden, puesto que existe un muy escaso interés en los problemas que subsisten en América Latina. El empresario venezolano explica que la diplomacia estadounidense cometió una acción totalmente incongruente al reconocer a Dinorah Figuera (presidente de la Asamblea Nacional-2015) como encargada o presidente interina de Venezuela.

«Dejaron de reconocer a Juan Guaidó como presidente interino, siendo que era una persona que estaba corriendo un gran riesgo dentro de Venezuela, para que en un corto tiempo reconocieran a Figuera, que se encuentra fuera del país y prácticamente desconocida dentro de la escena política», aclaró Burelli.

Burelli también argumenta que Estados Unidos ostenta uno de los aparatos diplomáticos más grandes del mundo con gran inversión anual, por lo cual no se explica que la Administración de Biden no sepa cómo enfrentar el problema de Venezuela. El empresario venezolano también cuestiona cómo Estados Unidos puede creer que el régimen de Nicolás Maduro va a soltar el poder de Venezuela bajo unas elecciones, sabiendo que tienen acusaciones serias en su contra.

Este problema de desinterés ha afectado no solo al mismo cuerpo diplomático, sino que se ha creado una desconexión con los otros Departamentos y con alianzas en el exterior como Alemania y/o Francia que tenían una buena noción de cuál es el problema en Venezuela.

Las primarias

Las elecciones primarias representan un peligro al régimen de Nicolás Maduro, esta es la razón del porqué se han visto atacados los candidatos y se han hecho inhabilitaciones o la reestructuración del Consejo Nacional Electoral (CNE). Burelli detalla que el régimen de Nicolás Maduro aprendió de las últimas victorias electorales de la oposición, por lo cual ha instaurado toda esta maquinaria de la creación de un nuevo CNE para impedir que sea un proceso electoral «oficial».

Burellí considera que el régimen de Maduro no se esperaba que María Corina Machado, candidata y líder opositora líder en las encuestas de opinión pública venezolana, aceptar que el CNE fuese el apoyo técnico de la Comisión Nacional de Primarias para estas elecciones, por lo cual la dictadura decidió eliminar al rectorado del poder electoral.

El ascenso de popularidad que goza actualmente María Corina Machado forma parte también de una gran disminución de influencia de los otros candidatos de la oposición, sin embargo Burelli reconoce el gran riesgo que tiene la candidata en la campaña que lleva a cabo a pesar de estar inhabilitada por lo siguientes 15 años.

Con respecto a esta inhabilitación, Burelli explica que este documento es un ejemplo de la desesperación del régimen en llevar a cabo estos ataques contra las elecciones. El empresario pone como ejemplo las incongruencias o argumentos como traición a la patria que tiene esta inhabitación.

Siendo María Corina Machado la posible ganadora, existe el riesgo de que no sea habilitada para las elecciones presidenciales del 2024, por lo cual Burelli estima que ella se convertiría en la líder esencial de la oposición. «El régimen de Nicolás Maduro conoce muy bien a María Corina, tienen 10 años que no la dejan salir del país (…) los mejores escenarios contra ella sería ser encarcelada o exiliada, pero esto no le conviene al régimen porque no detenerla es repetir el escenario de Leopoldo López y tenerla fuera del país es peligroso por el contacto que tendría con la Comunidad Internacional», detalló Burelli.

Las filas del madurismo

Más allá de los problemas que pueda tener el régimen con el escenario electoral que se está presentando en Venezuela, aún tiene que solucionar los conflictos que existen en las cúpulas de poder. Burelli explica que el ataque recibió Tarek El Aissami por la trata de corrupción de Pdvsa (Petróleos de Venezuela) fue planificado y ejecutado por los hermanos Rodríguez (Delcy y Jorge, vicepresidente de Maduro y presidente de la Asamblea Nacional Chavista, respectivamente), quienes se encuentran en constante contacto con Estados Unidos para negociar y demostrar que ellos «sí son los verdaderos líderes con quienes se puede llegar a una solución».

Burelli considera que esta es la lucha que tienen los hermanos Rodríguez y que su objetivo es llegar a un acuerdo con Estados Unidos que asegure su futuro.

Mientras tanto, atacar a El Aissami fue un golpe erróneo, porque se metieron con los negocios de Nicolás Maduro, explica el empresario venezolano.

Burelli ejemplifica que el régimen se comporta como las mafias, aunque se apoyen en atacar a un enemigo en común, eso no quiere decir que no están «pisándose los talones» cada vez que pueden.

En este conflicto que envuelve a Maduro, El Aissami y a los hermanos Rodríguez, aún quedan los militares y Diosdado Cabello, siendo el segundo del chavismo un problema incluso para los cubanos. Esto hace contraste incluso con su reciente visita al país caribeño. Burelli explica que aunque Diosdado no se lleve bien con los cubanos, entienden que dentro de todos los miembros del régimen, Diosdado Cabello es el único que tiene el poder de represión.

Burelli exhorta a la oposición venezolana a dejar de coexistir con el régimen de Nicolás Maduro, puesto que la situación del país es inaguantable. «Reconozco que no hay una solución sencilla a este problema (…) yo parto por el hecho que quizás no tenga una», sentencia.

El campo diplomático de Estados Unidos debe reformular sus tácticas para atender los problemas que existen en América Latina, porque Burelli denuncia que las personas que están a cargo de esta zona (dentro de la administración de Biden) no les importa lo que ocurre en la región.

¿Cómo se puede negociar con un régimen que pronto tendrá una acusación directa por parte de la Corte Internacional Penal (CPI) por delitos de lesa humanidad? ¿Cómo se negocia con funcionarios del régimen que están involucrados en el narcotráfico o en el lavado de dinero? Estas son las preguntas inquietantes que tiene Burelli a la oposición venezolana y al brazo diplomático de Estados Unidos.