(Fuente: TalCual) Nicolás Maduro ha nombrado al empresario corrupto y testaferro, Alex Saab, como el nuevo presidente del Centro Internacional de Inversión Productiva (CIIP), en sustitución de Félix Plasencia, quien ocupaba este puesto desde mayo del 2022.

A Menos de un mes después de ser excarcelado por Estados Unidos, Nicolás Maduro le da este nuevo puesto durante su presentación de Memoria y Cuenta del 2023.

«Anuncio el nombramiento de Alex Saab como nuevo presidente del Centro de Inversiones Productivas de Venezuela para que él, con su experiencia, ayude a nuestro país a atraer inversiones, a atraer la fuerza económica del mundo», instruyó.

Con información de TalCual

El Centro Internacional de Inversión Productiva es un ente creado en octubre de 2020 como primera medida amparada por el marco jurídico de la Ley Antibloqueo. Es decir, un organismo concebido con la intención de conseguir negocios en el panorama internacional bajo un velo de hermetismo.

De acuerdo con la Gaceta Oficial Extraordinaria N° 6.583, en la cual se ordena su creación, el ente tiene como funciones llevar un registro de las sanciones que padece el país, revisar y aprobar proyectos de inversión, incrementar el flujo de divisas que ingresan a la economía venezolana, impulsar la marca país y establecer ciertas regulaciones.

La página web del Centro Internacional de Inversión Productiva define al organismo como una «institución responsable de la captación y promoción de inversión nacional e internacional», que tiene el objetivo de «dinamizar el aparato productivo» en función del desarrollo social y económico del país.

La directiva del organismo está conformada por Delcy Rodríguez como vicepresidenta del Ejecutivo y cabeza del gabinete económico de Maduro, William Castillo como gerente general del Observatorio Venezolano Antibloqueo, Daniella Cabello como presidenta del Instituto Marca País y ahora Alex Saab como presidente de la institución.

El valor que tiene el régimen por Alex Saab

Saab es considerado un «diplomático» por el gobierno de Maduro, que fungía como una suerte de delegado del chavismo para entablar acuerdos comerciales en nombre de Venezuela, con la intención de acordar la importación de alimentos, medicinas y gasolina en un contexto de sanciones establecidas por Estados Unidos.

Sin embargo, desde Estados Unidos se le considera un testaferro acusado de ocho cargos, siete de ellos por delitos relacionados con lavado de dinero en el sistema financiero estadounidense.

Según las investigaciones judiciales y periodísticas, esos fondos provenían de negocios turbios con el chavismo, especialmente los relacionados con el imperio alimenticio que erigió el chavismo con los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) y múltiples cadenas de supermercados.

El empresario colombiano fue detenido en junio de 2020 en Cabo Verde, mientras se encontraba en un «viaje diplomático», según el chavismo, con el objetivo de comprar gasolina a Irán. Tras cumplir 16 meses de prisión en el archipiélago africano, fue extraditado a Estados Unidos, donde cumplió más de dos años de condena.

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En diciembre de 2023, como parte de una negociación entre Washington y Caracas, Saab fue liberado y enviado a Venezuela, mientras que el chavismo liberó a un grupo de presos estadounidenses que permanecían en centros penitenciarios venezolanos.

Desde entonces, Saab empieza a ganar peso en la cúpula política del chavismo y en menos de un mes, ya consiguió un cargo en el Gobierno que le permitirá injerencia en los negocios internacionales del país.