(Fuente: Crónica Uno) La Comunidad indígena de los waraos están viviendo una verdadera calamidad por la falta de acceso que tienen a servicios de salud en el municipio Benítez del estado Sucre.

Esta localidad es la más grande de los 15 municipios que constituyen el estado oriental, la cual lamentablemente no cuenta con médicos especialistas para garantizar la atención permanente a más de 6 mil habitantes de varias comunidades indígenas.

Con información de Crónica Uno

Además, no hay laboratorios para el diagnóstico de las diversas patologías y mucho menos ambulancia. Así lo denunció el gobernador indígena de los waraos, Venancio García.

“Si no hay salud, no hay vida, no tenemos nada”, aseveró.

En la zona habitan cinco comunidades indígenas: San Antonio, María López, Barrancas de Guanoco y Muelle de Caripito. Los principales padecimientos están relacionados con enfermedades respiratorias, complicaciones gastrointestinales, dengue, paludismo y escabiosis, entre otros.

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Cuando se enferman, las personas deben desplazarse hasta las poblaciones de El Pilar, Tunapuy Libertador o Carúpano. Lo hacen por cuenta propia, en vehículos particulares e incluso en moto, para atender de manera oportuna la emergencia.

Eso fue precisamente lo que ocurrió cuando preocupados por la pérdida de peso y fiebre persistente, entre otros síntomas, 42 personas -entre ellas 32 indígenas de la comunidad de María López- fueron trasladadas al Hospital Santos Aníbal Dominicci de Carúpano a comienzos de octubre, para descartar el padecimiento de tuberculosis.

“No sería la primera vez que nuestros hermanos waraos pudieran padecer la enfermedad. Porque hace cuatro años tuvimos casos y fue por esa preocupación que nos trasladamos a Carúpano y allá permanecimos seis días, luego un día en Tunapuy y otro en El Pilar”, explicó García.

Especialistas viajaron desde Cumaná para procesar las muestras. Gilberto Pinto, gobernador del estado Sucre, fue quien a través de su programa radial anunció que las pruebas de hisopado y esputo enviadas al laboratorio resultaron negativas para tuberculosis.

Aislados

Sin embargo, García aseguró que la comunidad tardó en conocer los resultados de las pruebas. Esto debido a que en la zona no tienen señal estable de telefonía y las fallas en servicios como la electricidad, también afectan la comunicación.

“La luz se va tres días o una semana y luego vuelve. Las necesidades de nuestros hermanos persisten y hemos realizado la solicitud de atención por los canales regulares”, dijo el dirigente.

Con ello, insistió en la necesidad de garantizar la asistencia médica de la población. Así como la entrega de medicamentes para el tratamiento de las afecciones de salud y el suministro de alimentos para combatir la desnutrición.

Aseguró que los waraos viven de la “misericordia de Dios”, además de la bolsa de alimentos correspondiente a los Comités Locales de Abastecimiento y Producción, CLAP.

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