(Fuente: Alberto News) El Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS) ha afirmado que no se han registrado venezolanos asesinados por represión en protestas ciudadanas, pero no se trata por una mejoría de la democracia, sino por cambios sociales y nuevas estrategias que usan los ciudadanos para protestar y exigir ser escuchados.

La ONG admite que esta tendencia es positiva en cuanto a la baja de asesinatos a causa de represiones, pero una de las causas también está referida a que el régimen de Nicolás Maduro se encuentra bajo los ojos de una cantidad organismos internacionales de derechos humanos que investigan crímenes de lesa humanidad en el país.

«Los venezolanos ya no se movilizan masivamente por causas políticas, ahora lo hace para exigir derechos económicos, sociales, culturales y ambientales, los llamados (Desca) en DD. HH. Más del 68% de las movilizaciones que se han registrado desde el 09 de enero de 2023 en el país han sido fundamentalmente para exigir salarios justos en el sector público, y quienes encabezan la lista de manifestantes son los trabajadores de la educación, seguidos por los de salud, jubilados y pensionados», explicó Marco Antonio Ponce, coordinador general del OVCS.

Los cambios que hacen los venezolanos para protestar

Ponce ha asegurado que los reclamos contra el régimen han cambiado y ya no se realizan cerrando avenidas ni calles principales, ahora se realizan de una manera más organizada y pacífica. Se establecen horarios específicos y con concentraciones frente a las instituciones del Estado con competencia directa en el problema que reclaman.

«El tema salarial continúa siendo esa consigna principal de los trabajadores, tomando en cuenta que el salario mínimo oficial en Venezuela es de 5 dólares mensualmente. Las protestas de educadores se incrementaron en 1.800% en enero. El sector educación y el de salud son los que han estado más organizados, eso tiene que ver con el tema salarial y las condiciones de trabajo», refirió Ponce.

Con información de Alberto News

También plantea que hay una maduración en la concepción de la cultura de la protesta cívica en Venezuela. «Eso habla mucho del comportamiento de los ciudadanos para exigir derechos, esta relación es importante porque ese fenómeno nos dice que los venezolanos se organizan más, participan en conjunto a pesar de las diferencias entre los gremios», comunicó.

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Marino Alvarado, director de la ONG Provea, precisó que este año las protestas se asemejan en algo a las del 2017. Se han dado de manera continua tanto en ciudades grandes, medianas o pequeñas. E incluso han protestado personas que están inscritas en el PSUV, pero que también sufren por los bajos salarios.

«Las protestas de estos primeros tres meses han demostrado ser bastantes pacíficas y eso además demuestra que cuando el Gobierno no se empeña en reprimirlas las posibilidades de violencia son menores. La tolerancia que ha tenido el Gobierno en los últimos meses han permitido que las protestas se inicien de manera pacífica y terminen de manera pacífica en el país», detalló.

Carmen Sequea, socióloga y especialista en salud pública, alega que estas manifestaciones que con mucho esfuerzo se han dado desde el 09 de enero en el país arrastran un agotamiento emocional de los ciudadanos que han visto su economía, y ahora basan sus reclamos en conseguir suplir sus necesidades básicas, como salarios para poder alimentarse. «El Gobierno se burla y juega al no tomar en cuenta al otro que está en su pleno derecho de buscar mejores ingresos para garantizarse lo básico para vivir y una mejor calidad de vida, porque precisamente en lo básico es donde nos han fijado todo este tiempo, y lo básico es tener lo mínimo para alimentarnos. Según la teoría del cerebro triuno que nos lleva al cerebro básico, estamos es por la sobrevivencia. Y como hay que buscar para vivir y el vivir es alimentarse, entonces allí nos tienen enquistados, sin ocuparnos de otros asuntos esenciales para la vida», resaltó.

Estado los ignora

Luis Salamanca, doctor en Ciencias Políticas, informó que la respuesta del Gobierno nacional ante las protestas de los venezolanos ha sido cerrar vías de comunicación, ignorar a esta población y jugar a desgastar sus ánimos.

«Este pueblo que protesta es ignorado por el Gobierno que mira esa protesta como el que ve llover sin pararle, como algo ya común en el ambiente. Lo único que le preocupa es que esas protestas escalen, se politicen y terminen en una explosión social porque hay un cuadro crónico de protestas sociales en Venezuela desde hace varios años», expresó.

Agrega que esta actitud del Gobierno es característica de los regímenes autoritarios. «También tiene que ver con la realidad del país, el Estado se ha atrofiado en su capacidad de dar respuesta a la población. Chávez y Maduro abandonaron las instituciones, se dedicaron a hacer política, a promover la revolución bolivariana, a gastarse el dinero del país y no se preocuparon por el arte de gobernar», sentenció.

Marino Alvarado, defensor de DD. HH., apunta que hay una política «muy consciente» del oficialismo de no otorgar salarios que le puedan significar al Gobierno erogaciones importantes de dinero, con la excusa de pretender controlar la inflación. «A pesar de que no han logrado acabar con la inflación, hay que reconocer que han podido reducirla sobre la base de mantener salarios de hambre. Tratando de que no haya un mayor disparo del dólar y se siga devaluando la moneda nacional, imponiendo al dólar como principal moneda de circulación a costa de someter a millones de familias a situaciones de hambre y más miseria», exclamó.