(Fuente: Alberto News) Joe Biden, presidente de Estados Unidos, ha extendido por un año más el decreto que califica el régimen de Nicolás Maduro como una amenaza para la seguridad del país norteamericano, así lo anunció la Casa Blanca mediante un comunicado.

La administración de Biden también denunció ”la violación de Derechos Humanos por parte del Gobierno de Venezuela, la persecución de políticos opositores, la restricción de la libertad de prensa, el uso de la violencia y la represión a las protestas, la detención arbitraria de manifestantes y la presencia exacerbada de una importante corrupción gubernamental”.

En dicho comunicado, «las circunstancias no han mejorado» en Venezuela por lo cual la dictadura de Nicolás Maduro continúa representando una «amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional y la política exterior de Estados Unidos”.

No obstante, desde la perspectiva del régimen de Maduro, no se ha «perdido la esperanza» de que se abra un diálogo con el gobierno de Estados Unidos, sin embargo se ha considerado que «no ha habido ninguna señal» de mejoría desde la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca cuando se trata de las sanciones impuestas.

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La narcodictadura exige el levantamiento de las sanciones, mientras que la comunidad internacional y la oposición venezolana piden el desarrollo de elecciones libres y transparentes, además de la liberación de presos políticos.

Con información de Alberto News

La actual guerra en Ucrania separa todavía más las posturas de Estados Unidos y la dictadura de Maduro, uno de los pocos aliados del régimen de Vladimir Putin.

De hecho, mientras Occidente busca aislar cada vez más a Rusia por la invasión a Ucrania, Maduro ratificó que Venezuela mantendrá relaciones comerciales con Moscú, después de que diversas naciones y bloques optaran por desvincularse.

El dictador chavista aseguró que Rusia es una “potencia” militar, económica, comercial y tecnológica, pero que Venezuela va a “mantener todo su comercio, a todo nivel” con el Kremlin.

“La guerra económica es la guerra principal que el imperialismo apuesta contra Rusia para destruir Rusia. El objetivo del imperio norteamericano y de la OTAN (Organización del Tratado Atlántico Norte) era rodearla militarmente y Rusia ha actuado”, expresó.

Estados Unidos monitorea la presencia rusa en Venezuela desde hace tiempo. En agosto de 2020, el almirante Craig Faller, entonces jefe del Comando Sur de las Fuerzas Armadas -cuya órbita incluye al país caribeño- dijo que “la influencia rusa es la principal fuerza manteniendo a Nicolás Maduro en el poder”.

“Veo con alarma lo que Rusia está haciendo con Venezuela en términos de personal desplegado y en la diseminación de desinformación”, agregó durante una conferencia sobre América Latina del think tank Atlantic Council.

En marzo del año pasado, el Kremlin fortaleció su respaldo al dictador venezolano con la firma de una docena de acuerdos de cooperación en materia alimentaria, financiera, energética, militar, científica, tecnológica y minera.