El despliegue militar anunciado por Donald Trump contra el régimen de Nicolás Maduro el 18 de agosto de 2025 marca un punto de inflexión en la presión sobre Venezuela, superando en envergadura la operación de 2020. Trump ordenó el traslado del Grupo Anfibio de Despliegue Inmediato (Iwo Jima Amphibious Ready Group), compuesto por el buque de asalto anfibio USS Iwo Jima, el de transporte anfibio USS San Antonio y el buque de desembarco USS Fort Lauderdale, acompañado por la Unidad Expedicionaria de Marines (MEU) con cerca de 4,000 efectivos.
A esto se suman un submarino nuclear, aviones P-8 Poseidon, y destructores como el USS Gravely, USS Jason Dunham y USS Sampson, equipados con misiles Aegis. Este operativo, el más contundente desde la invasión a Panamá en 1989, busca «contrarrestar amenazas contra la seguridad nacional» de organizaciones narcoterroristas como el Cartel de los Soles, liderado por Maduro.
Karoline Leavitt, portavoz de la Casa Blanca, afirmó: «El presidente Trump está preparado para usar todos los elementos del poder estadounidense para detener la inundación de drogas. Maduro no es un presidente legítimo, es un fugitivo, líder de un cartel narcoterrorista». La recompensa por Maduro, elevada a 50 millones de dólares, y las incautaciones de 700 millones en activos, según Pam Bondi, refuerzan esta ofensiva. El contexto actual, con Trump controlando el Congreso y dispuesto a romper normas, difiere del de 2020, cuando la «Expansión Antinarcóticos» fue más una estrategia política que operativa, diluyéndose tras su derrota electoral.
Diferencias claves con 2020
A diferencia de la operación de 2020, que contó con 22 países y se centró en vigilancia e interdicción, esta vez EE. UU. actúa unilateralmente bajo la designación de carteles como organizaciones terroristas, incluyendo el Cartel de los Soles desde julio de 2025. El envío del Grupo Anfibio y la MEU permite opciones de asalto reales, no solo ataques con misiles Tomahawk. Adam Isacson de Wola señaló: «Las operaciones anteriores incluyeron recursos navales de otros países, especialmente Colombia, y esos no los veo aquí con claridad. Puede que sea solo una demostración de fuerza, pero también es posible que tengan otras opciones en mente como un escalamiento con Venezuela».
Trump, con un amplio margen de maniobra tras bombardeos en Irán y Yemen, no necesita autorización del Congreso para operaciones contra amenazas terroristas. La presión sobre Maduro, acusado de traficar 250 toneladas de cocaína anuales, se intensifica con despliegues en el Caribe, mientras Maduro responde ordenando armar a 4,5 millones de milicianos y prohibiendo drones. Internamente, la represión persiste: 807 presos políticos, según Foro Penal, y casos como Rusbelia Astudillo y Roberto Campero.