El régimen de Nicolás Maduro sancionado desde 2017, ha recurrido durante los últimos años a la llamada flota fantasma de tanqueros “piratas”, para poder exportar el crudo que se extrae de suelo venezolano.

Esta red de al menos 900 buques, pionera de Irán cuando se vio sometida a fuertes sanciones hace más de una década, también es utilizada por Rusia, sancionada y sometida a las mismas restricciones tras el inicio de la guerra en Ucrania.

Se trata de viejos petroleros que a veces navegan bajo la bandera de un país, realizan transferencias de crudo de barco a barco para ocultar su origen y desactivan transpondedores que revelan su ubicación.

Tal fue el caso del Skipper, el superpetrolero sancionado desde 2022 pero confiscado recientemente por los EE.UU. cerca de las costas venezolanas, cuando navegaba bajo falsa bandera de Guyana, país que negó de inmediato cualquier vínculo con la nave.

Skipper, petrolero de Irán, entró a Venezuela, cargó cerca de 2 millones de barriles de crudo pesado en el puerto de Jose en el estado Anzoátegui y declaró que su destino era Cuba; Sin embargo, en el camino cambió su dirección con rumbo a China, no sin antes haber transferido una pequeña parte del petróleo a otro tanquero que sí llegó a la isla.

Una transacción que se hizo bajo las sombras como parte de un esquema de negocios que busca evadir las sanciones y en el que los buques literalmente desaparecen del radar apagando el sistema de identificación (AIS) obligatorio para embarcaciones de este tamaño.

Flota fantasma, furtiva y sancionada

Según el más reciente informe de la ONG Transparencia Venezuela, 4 de cada 10 tanqueros que operan en Venezuela están sancionados. Es decir, que el 40% del tráfico petrolero vinculado a PDVSA se hace a través de esta flota fantasma y furtiva.

El informe detalla que en el mes de noviembre al menos 98 buques petroleros transaron crudo con PDVSA, 14 menos que en octubre, esto en medio del despliegue militar de EE.UU. en el Caribe y tras un aumento de tensiones con el régimen de Nicolás Maduro.

De ese total de buques detectados, 40 han sido calificados como irregulares: 14 sancionados, 9 son furtivos y 17 pertenecen la flota fantasma u “oscura”. Además, otros 17 navegaron con el sistema de identificación (AIS) apagado, una práctica asociada a operaciones clandestinas.

Un negocio en jaque

La orden de Donald Trump de imponer un bloqueo “total y completo” a buques petroleros sancionados que operan con Venezuela, pone bajo máxima presión el documentado esquema de exportación opaca de crudo mediante estas flotas fantasma. Sin embargo, los petroleros legales seguirán teniendo libre paso a Venezuela, ya que, un bloqueo real se consideraría un acto de guerra según el derecho internacional.

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Vale la pena acotar que un buque que navega con bandera falsa, queda sin el amparo jurídico de un Estado y pierde respaldo frente a disputas internacionales. En el caso de Venezuela, el reclamo no pudo escalar, ya que no es un buque de su flota ni se encuentra dentro del registro de embarcaciones de PDVSA.

Las sanciones estadounidenses normalmente disuaden a los comerciantes legítimos de petróleo, pero a raíz de la advertencia de mayor confiscación de embarcaciones, parte de la flota fantasma parece estar reconsiderando su decisión de avanzar en sus negociaciones “oscuras”, incluso antes de la primera acción de decomiso con el Skipper.

Por ejemplo, fuentes independientes reportan que El Bella 1, un buque que navegaba hacia Venezuela desde Irán, dio un giro brusco a inicios del mes de diciembre. Un petrolero sancionado por Estados Unidos por haber transportado previamente petróleo de Teherán

Otras interrupciones petroleras ocurrieron días antes cuando Trump declaró que el espacio aéreo venezolano debía considerarse cerrado, lo que representó una escalada importante para el momento.

Ese día, el Star Twinkle 6, un petrolero con bandera panameña, comenzó a atracar en el Caribe cargado con 830.000 barriles de petróleo ligero venezolano. El buque, que normalmente entrega petróleo venezolano a China, fue sancionado por Estados Unidos en el mes de mayo por haber transportado previamente crudo iraní.

¿Cuál será el impacto de estos decomisos?

Un bloqueo estadounidense a los envíos que transportan petróleo venezolano amenaza con reducir la producción y recortar hasta la mitad las exportaciones del principal recurso del país, en un escenario de mayor presión económica y política sobre Venezuela, según expertos del sector energético, que sostienen que todo dependerá la frecuencia con la que los petroleros sean sancionados y confiscados.

Tras la incautación del Skipper, PDVSA no cargó nuevos buques cisterna durante seis días, según una fuente parlamentaria que habló con AFP bajo condición de anonimato. “Eso va a crear un problema serio porque (PDVSA) tiene como máximo 15 días de capacidad de almacenamiento”. Almacenamiento que resulta costoso y que puede producir el cierre de la producción con una caída cercana a 400.000 barriles diarios.

Por ende, perder el acceso a esa red de buques paralelos reduciría los ingresos del Estado en unos 8.000 millones de dólares al año, según estimaciones de economistas: “Entre 40 y 45 % opera con buques bajo sanción, el bloque afecta más de la mitad de las exportaciones de petróleo que generan divisas para Venezuela” precisó Asdrubal Oliveros.

Sin embargo, fuentes relacionadas a medios norteamericanos como NYT, afirman que el dinero generado del petróleo venezolano confiscado no financiaba al país, sino a un esquema privado vinculado a lo más íntimo de la cúpula de poder. Por lo que el dinero logrado a través de las transacciones con la flota fantasma, no estaba llegando a Venezuela.

Para algunos expertos en la materia una de las pruebas de esta teoría son los pocos dólares que entraron a la economía y al mercado cambiario durante este año 2025, muy a pesar de que las exportaciones petroleras subieron significativamente, es decir, “el dinero se está yendo a otro lado”.

Este escenario recrea la trama PDVSA-Cripto encabezada por el exministro de petróleo Tarek El Aissami, en el que desaparecieron al menos 23 mil millones de dólares; por lo que la verdadera pregunta es: ¿El bloqueo de Trump golpeará a los venezolanos o simplemente interrumpirá otro esquema de saqueo al país?