Las recientes lluvias en Táchira han dejado a cientos de familias en una situación crítica, enfrentando la destrucción de sus hogares y el riesgo de perderlo todo. A pesar de la gravedad, los damnificados por las lluvias en Táchira denuncian estar en el olvido, sin recibir la ayuda oficial prometida.
Una de las zonas más afectadas es el barrio El Río, en San Cristóbal. Sus residentes viven con el temor constante de que sus casas, ya agrietadas y debilitadas, terminen de colapsar. Maribel Ramírez, una de las afectadas por las lluvias en San Cristóbal, clama por una solución real. Con cinco hijos y sin recursos para mudarse, su única esperanza es la intervención de las autoridades.
«Si el presidente dice que va a ayudar, él debería proporcionar viviendas,» expresó Ramírez. Ella destaca la necesidad de soluciones habitacionales permanentes en lugar de reubicar a las familias en refugios temporales. Otros vecinos comparten este sentir, ya que no tienen los medios económicos para alquilar otra vivienda y temen que los remuevan a albergues improvisados, lo que les haría perder su estabilidad.
Otra de las residentes, Sandra Ramírez, también afectada por esta crisis de viviendas en Táchira, relata su angustia. Su hogar está a punto de colapsar y no ha recibido ninguna ayuda en Táchira. Su esposo, carpintero, no tiene un trabajo constante que les permita generar ingresos suficientes para alquilar otro lugar.
La situación de estas familias es un reflejo de la crisis humanitaria que se vive en el estado andino a causa de este desastre natural en Venezuela. El llamado es urgente a las autoridades para que actúen con prontitud, antes de que las lluvias continúen causando más zozobra y dolor en la región.