El ministro de Seguridad Pública de Costa Rica, Mario Zamora Cordero, catalogó al régimen de Nicolás Maduro como un “narcogobierno” y alertó sobre la presencia del Cártel de los Soles en su territorio, un riesgo que vincula directamente a grupos políticos y gremiales locales con el narcotráfico.
En un video oficial, Zamora advirtió: “El narcogobierno de Venezuela, a través del Cártel de los Soles, ha tenido presencia importante en nuestro país”. Esta denuncia, en medio de la escalada de tensiones por el despliegue militar estadounidense en el Caribe, expone la red criminal que Maduro dirige, financiando su represión con drogas que matan miles y perpetúan violaciones de derechos humanos en Venezuela.
Zamora llamó a la reflexión: “Esperamos que los grupos políticos y entidades gremiales vinculados a Venezuela pongan las barbas en remojo y se den cuenta de que han estado correlacionados con personas del mundo del narcotráfico”. Estos lazos representan un “riesgo regional” para poblaciones que combaten el crimen organizado. Costa Rica, sin embajador en Venezuela desde 2018 por no reconocer las elecciones fraudulentas de Maduro, ha desarticulado bandas ligadas a carteles suramericanos, incluyendo extradiciones a EE. UU. de narcotraficantes locales como el exministro Celso Gamboa.
Las declaraciones coinciden con la ofensiva de la Casa Blanca. La portavoz Karoline Leavitt reiteró: “El régimen en Venezuela es ilegítimo y que trafique drogas mortales a Estados Unidos es inaceptable”. Refiriéndose al ataque del 2 de septiembre contra un barco venezolano con 11 narcoterroristas del Tren de Aragua, Leavitt enfatizó: “Envía un duro mensaje a traficantes del mundo. El presidente no lo tolerará”. La cantidad de drogas en esa embarcación podría haber matado a miles de estadounidenses, según la Casa Blanca.
El Cártel de los Soles, designado terrorista por EE.UU., opera desde altos mandos chavistas, incluyendo a Maduro y Diosdado Cabello, con una recompensa de 50 millones de dólares por su captura. La DEA y la ONU documentan su uso de puertos venezolanos para traficar cocaína al Caribe, Europa y África, superando ingresos petroleros.