La Plataforma Unitaria Democrática, la mayor coalición opositora de Venezuela, expulsó a los partidos Un Nuevo Tiempo (UNT) y Movimiento Por Venezuela (MPV) por haber decidido participar en las elecciones parlamentarias y regionales del 25 de mayo, convocadas por el régimen de Nicolás Maduro, a pesar del desconocimiento de los resultados presidenciales del 28 de julio de 2024 y la falta de condiciones electorales.

En un comunicado oficial, la Plataforma aseguró que estas organizaciones “se han colocado al margen del esfuerzo unitario” liderado por la oposición democrática que gira en torno a María Corina Machado y al presidente electo Edmundo González Urrutia, exiliado y perseguido por el régimen. La medida marca una ruptura estratégica y política en el seno de la oposición, que enfrenta su división más profunda desde 2018.

Participar o abstener: el nuevo dilema opositor

Mientras Un Nuevo Tiempo, encabezado por Manuel Rosales, y el MPV insisten en que participar es una forma de “mantener viva la resistencia democrática”, el grueso de la Plataforma considera que ir a elecciones sin haber resuelto el fraude electoral de 2024 es legitimar la dictadura.

El caso más simbólico del quiebre es la división interna de Primero Justicia (PJ), partido que vio fracturada su cúpula tras la decisión de Henrique Capriles de apoyar los comicios del 25 de mayo. Capriles abandonó formalmente la organización y se llevó consigo a dirigentes históricos como Tomás Guanipa, Juan Requesens, Ángel Medina y José Guerra, con quienes ahora impulsa una nueva facción llamada Unidad y Cambio (Unica).

Capriles asegura que ir a las elecciones no implica “pasar la página” del reclamo por la victoria de Edmundo González Urrutia, sino “reivindicarlo desde las instituciones”. En palabras del exgobernador: “Voy a la Asamblea Nacional a ser la voz de los que no tienen voz. Pero también me opongo a las sanciones que afectan al pueblo, que otros defienden”, en clara alusión a la posición de Machado.

María Corina Machado: “Traición imperdonable”

Machado calificó como “imperdonable” la decisión de UNT, MPV y los dirigentes disidentes de PJ, acusándolos de “traicionar la causa democrática por rendición o interés personal”. Su aliado Julio Borges, referente dentro de PJ, también se pronunció: “Capriles no apoyó las primarias ni la candidatura de González. Siempre quiso que Rosales fuera el candidato”.

La disputa no solo es estratégica, sino simbólica. Mientras la Plataforma llama a mantener la presión internacional para exigir el cumplimiento del mandato popular del 28 de julio, los sectores disidentes aseguran que la abstención lleva a la “desesperanza” si no está acompañada de un plan de lucha claro.

Planchas presentadas por el nuevo bloque opositor

La coalición liderada por Capriles y Rosales ya presentó candidatos tanto a la Asamblea Nacional como a las gobernaciones. Entre ellos figuran:

  • Henrique Capriles, Stalin González, Tomás Guanipa, Luis Emilio Rondón y Carlos Valero, como candidatos a diputados.
  • Manuel Rosales, Juan Requesens, Pablo Pérez, Henri Falcón y Morel Rodríguez, como aspirantes a gobernadores.

Esta alianza informal también incluye a otras fuerzas menores disidentes de la Plataforma Unitaria.

Voces por el reencuentro

Dirigentes como Omar Barboza, quien renunció recientemente a la Secretaría Ejecutiva de la Plataforma, apuestan por el reencuentro en el mediano plazo: “Respetamos las diferencias tácticas. Pensamos que votar es una forma de mantener viva la resistencia democrática”.

Sin embargo, la tensión interna se mantiene, y esta fractura podría tener efectos determinantes en el mapa político opositor, particularmente si se profundiza la abstención, la desconfianza ciudadana y la desmovilización frente a un régimen que sigue sin rendir cuentas por el fraude electoral y mantiene a cientos de opositores presos o exiliados.