El general de división Pedro Rafael Suárez Caballero, jefe de Recursos Humanos de la Aviación Militar Bolivariana, desertó del régimen de Nicolás Maduro el 19 de septiembre de 2025, huyendo por mar desde Delta Amacuro hacia Trinidad y Tobago disfrazado de pescador. Capturado por autoridades locales, fue extraditado a Estados Unidos, donde colabora con información sensible contra el chavismo. Esta deserción, reportada por medios como NTN24 y confirmada por fuentes opositoras, ocurre durante tensiones por el despliegue naval estadounidense contra el Cartel de los Soles, exponiendo grietas en las Fuerzas Armadas.
Suárez Caballero, nacido en Venezuela, se graduó en la Academia de la Aviación Militar (EAM) en 1993, ocupando el puesto 47 de 57 en orden de mérito. Ascendió rápidamente en la jerarquía chavista, asumiendo roles clave en la Aviación. Hasta su huida, presidía consejos de investigación, sancionando en junio de 2025 a 80 sargentos por deserción para frenar fugas internas. Organizaciones de derechos humanos lo señalan por represión, incluyendo violaciones durante protestas.
Fuentes consultadas por NTN24 indican que Suárez Caballero era visto como «buena persona» por algunos, pero implicado en irregularidades. Su retiro estaba programado para 2026.
Grietas en la estructura militar
La deserción de Suárez Caballero revela el descontento en la FANB. Una fuente especializada afirmó: «En la FANB no quieren guerra; no hay equipos ni tropas. Las únicas esperanzas son misiles iraníes, ya que los rusos están sin mantenimiento». Esto coincide con ejercicios del régimen en La Orchila, un intento fallido de mostrar fuerza ante la presión de EE.UU.
Human Rights Watch y Amnistía Internacional han documentado abusos bajo mandos como Suárez Caballero, incluyendo torturas en El Helicoide. Su colaboración con Washington podría desmantelar redes del Cartel de los Soles, liderado por militares chavistas.
El ministro Vladimir Padrino López, con recompensa de 15 millones, reafirma lealtad al régimen de Maduro, pero deserciónes como esta erosionan el control. Foro Penal reporta 823 presos políticos, muchos militares disidentes.
Esta huida, irónica tras sancionar desertores, acelera el colapso del régimen de Maduro. La oposición, liderada por Edmundo González y María Corina Machado, ve en ello un signo de cambio. La comunidad internacional debe intensificar presiones por derechos humanos y elecciones libres.
Sin pronunciamientos oficiales de Caracas o Washington, la verdad emerge: el régimen de Maduro se desmorona desde dentro. La libertad para Venezuela está cerca.