Human Rights Watch (HRW) denunció que el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela perpetúa un “patrón de puerta giratoria” de detenciones y liberaciones de presos políticos, una táctica de represión sistemática clasificada como crímenes de lesa humanidad por la Corte Penal Internacional (CPI). Este mecanismo, intensificado tras el fraude electoral del 28 de julio de 2024, combina excarcelaciones selectivas, como la de 80 personas el 18 de julio de 2025, con nuevas detenciones, incluyendo 40 críticos desde entonces, según Vente Venezuela. Juanita Goebertus, directora de HRW, afirmó: “Maduro libera a algunos mientras detiene a otros para consolidar su régimen autoritario”.
El intercambio de 10 estadounidenses por 252 migrantes venezolanos expulsados a El Salvador, reportado por Reuters, evidencia esta manipulación. Foro Penal registra 853 presos políticos al 21 de julio, con casos como el de Gabriel Rodríguez, un adolescente detenido arbitrariamente. “Este patrón premia a las fuerzas represivas y castiga a los críticos”, añadió Goebertus, exigiendo a la comunidad internacional no conformarse con liberaciones aisladas.
Elecciones manipuladas y represión sistemática
Las elecciones municipales del 27 de julio de 2025, donde el chavismo se adjudicó la mayoría de las 335 alcaldías, fueron marcadas por la apatía y la falta de oposición, según El Nacional. El Consejo Nacional Electoral (CNE), subordinado a Maduro, diseñó un proceso sin transparencia, consolidando el fraude del 28J, cuando Edmundo González obtuvo el 67% de los votos, según actas resguardadas. Esta manipulación electoral es parte de los crímenes de lesa humanidad documentados por la ONU, con 2.501 detenciones políticas en 2024, según Un Mundo sin Mordaza.
María Corina Machado, en la clandestinidad, y González, exiliado, lideran la resistencia. “Maduro usa la maquinaria de terror estatal”, denunció Goebertus. La persecución incluye torturas y aislamiento prolongado, como denunció Rafael Uzcátegui, afectando a periodistas y activistas, con 477 exiliados según Voces Desplazadas.
Un llamado a la acción internacional
HRW urge aprovechar eventos como la cumbre UE-CELAC en noviembre y la canonización de dos venezolanos en octubre para presionar por la liberación de todos los presos políticos. La designación del Cártel de los Soles como organización terrorista y las recompensas de 65 millones de dólares por Maduro y sus aliados refuerzan la presión.
“No basta con liberaciones aisladas; se debe desmantelar la represión”, insistió Goebertus.
Mientras el régimen controla el poder, la resistencia venezolana, respaldada por la verdad del 28J, no cede. Los crímenes de lesa humanidad, desde detenciones arbitrarias hasta el exilio forzado, son un recordatorio de la urgencia de una transición democrática para restaurar la libertad en Venezuela.











