Las tensiones dentro de la Comunidad del Caribe (Caricom) han escalado luego que la primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad-Bissessar, acusara a la organización de «alinearse» con el régimen de Nicolás Maduro.
A través de un comunicado difundido durante el fin de semana pasado, Persad-Bissessar lanzó duras críticas contra la postura de Caricom frente a la crisis en Venezuela y sobre el despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe.
“Caricom se ha alineado con el narco gobierno de Maduro, encabezado por un dictador que ha encarcelado o asesinado a miles de venezolanos que se le oponen. Trinidad y Tobago no quiere ser parte de ese alineamiento. No apoyamos la dictadura ni el narcotráfico, y no apoyamos la farsa de la ‘zona de paz’ de Caricom”, afirmó.
Con información de Monitoreamos
La mandataria también cuestionó a los líderes de Antigua y Barbuda, Gaston Browne, y a su embajador Ronald Sanders, quienes habían criticado sus declaraciones.
“Gaston y Ronald Sanders deberían preocuparse menos por mis comentarios y dedicar más tiempo a explicar a sus ciudadanos por qué sus visas fueron restringidas”, señaló.
Persad-Bissessar aseguró que Venezuela ha amenazado durante años con invadir Guyana y que, desde junio, ha emitido mensajes similares insinuando que Trinidad y Tobago forma parte de su territorio.
“Aun así, Caricom ha elegido apoyar al narco gobierno de Maduro mediante la narrativa falsa de la ‘zona de paz’, diseñada claramente para lograr que el ejército estadounidense abandone el Caribe y permitir que Maduro permanezca como dictador”, sostuvo.
La primera ministra concluyó afirmando que su prioridad es la seguridad nacional: “Mi prioridad es el mejor interés de los ciudadanos de Trinidad y Tobago”.
El comunicado profundiza las fracturas internas de Caricom, una organización de 15 miembros que enfrenta presiones crecientes por la ofensiva militar y diplomática de Estados Unidos contra Venezuela.
Trinidad y Tobago junto con Guyana respaldan abiertamente la estrategia estadounidense, mientras que otros países del bloque han adoptado posiciones más cautelosas, advirtiendo que una escalada militar tendría consecuencias graves para todo el Caribe.











