El secretario de Guerra de Estados Unidos, Pete Hegseth, advirtió que Nicolás Maduro enfrenta “muchas decisiones que tomar” ante el creciente despliegue militar en el Caribe, diseñado para destruir a los “narcoterroristas” que trafican drogas hacia EE. UU.
En una entrevista con Fox News, grabada durante su visita a tropas en Puerto Rico, Hegseth enfatizó que el régimen de Maduro está directamente involucrado en el narcotráfico, reafirmando la recompensa de 50 millones de dólares por su captura. Esta declaración intensifica la presión sobre el dictador venezolano, cuyo gobierno reprime a la oposición mientras encubre sus lazos con el crimen organizado.
Hegseth, quien visitó la base aérea Muñiz en Puerto Rico el 8 de septiembre junto al general Dan Caine, declaró: “No quisiera ser Nicolás Maduro ahora mismo. Tiene decisiones que tomar (…) estamos preparados para usar nuestro poder para destruir a los narcoterroristas que están enviando drogas a Estados Unidos”. El secretario confirmó que EE. UU. sabe “desde hace mucho tiempo” de la implicación de Maduro en el narcotráfico, refiriéndose a las acusaciones de una corte de Nueva York que lo vincula al Cártel de los Soles.
La entrevista, cuyo adelanto se publicó hoy y se emitirá mañana, se realizó en el contexto del ataque del 2 de septiembre, donde un misil estadounidense destruyó una lancha rápida del Tren de Aragua en aguas internacionales, matando a 11 presuntos narcotraficantes. Hegseth describió esta operación como una “demostración clara de poderío militar”, con activos aéreos y navales posicionados para continuar la ofensiva.
“El único que debería estar preocupado es Nicolás Maduro, quien actúa como el rey de un narcoestado”, agregó, comparando la acción con strikes contra objetivos iraníes y hutíes.
El despliegue incluye destructores como el USS Sampson, cruceros Lake Erie y aviones F-35, con Puerto Rico como base estratégica, según la gobernadora Jenniffer González. Maduro, en respuesta, ha desplegado buques y drones, denunciando una “amenaza criminal”, pero su retórica belicista encubre la crisis interna.
La DEA y la ONU han documentado cómo el Cártel de los Soles, liderado por Maduro y Diosdado Cabello, utiliza puertos venezolanos para traficar cocaína al Caribe, financiando la represión. Mientras Hegseth motiva a las tropas afirmando que “esto no es entrenamiento, es una misión real para detener el envenenamiento de América”, el régimen intensifica detenciones arbitrarias.
Foro Penal reporta 823 presos políticos, un aumento de siete en días recientes, con 91 extranjeros entre ellos. Casos como el de Miriam Fernández (72 años) y Chantal Guillén (21), detenidas en Carabobo por lazos familiares con opositores, ilustran el terrorismo de Estado. La Misión de la ONU clasifica estas prácticas como crímenes de lesa humanidad, incluyendo torturas en El Rodeo I a presos como Josnars Baduel.