Además de Cuba, Nicaragua y Venezuela, existen otros gobiernos de «izquierda» en el continente que han dado muestras de totalitarismo, arbitrariedad política y mala gestión de la economía. Un grupo no tan selecto en el que se encuentra Bolivia, un aliado importante del eje chavista en Latinoamérica

Pese a que el actual gobierno de Luis Arce en Bolivia es considerado legítimo, es una consecuencia del régimen de Evo Morales y del MAS (Movimiento Al Socialismo), acusado de perpetrar un fraude electoral en 2019 en el que Morales intentó mantenerse en el poder por cuarta vez consecutiva.

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Organizaciones no gubernamentales y sectores opositores afirman que en Bolivia no hay democracia, o por lo menos no la hay desde la suplantación de la Constitución y la liquidación de la República entre los años 2006 y 2009 bajo el mandato de Morales.

Pero durante el mandato de Arce también se han tomado controvertidas decisiones, como la de expulsar de su territorio al activista cubano Magdiel Jorge Castro, hecho que evidencia la complicidad con el régimen cubano, autor intelectual del eje chavista en Latinoamérica.

El mapa sigue siendo “rojo rojito”

Latinoamérica rompió en 2023, con la victoria de Javier Milei en Argentina, con la tendencia política de giro a la izquierda que desde dos años antes se venía produciendo en los gobiernos de la región, como Chile, Brasil, Colombia, Perú y Honduras.

La ruptura quedó confirmada con Ecuador y Paraguay, que se mantuvieron en la derecha tras sus respectivas elecciones, una inclinación de la que solo se desmarcó Guatemala.

Por lo que después de años marcados por el ascenso de gobiernos de izquierda en varios países de la región, el mapa se modificó por un tiempo con la llegada al poder de gobiernos como el de Milei, considerado «ultraderechista» y «ultraconservador» por algunos medios.

Aun así, la izquierda sigue siendo dominante en Latinoamérica, con al menos 12 de sus 20 naciones que son gobernadas por bloques supuestamente «progresistas».

Fuente: arbolinvertido.com

Algunos, incluso, han disfrazado con este término a sus regímenes totalitarios y excluyentes, que no pretenden más que el control absoluto del pueblo al que deberían servir, tal es el caso de Venezuela, pero también Bolivia.

El Foro de Sao Paulo, el Grupo de Puebla, y algo más

En junio de 2024, Tegucigalpa se convirtió en la capital latinoamericana de la izquierda autoritaria. Con la excusa de conmemorar los 15 años del supuesto golpe de Estado contra el entonces presidente Manuel Zelaya.

Xiomara Castro, actual presidenta de Honduras, invitó a las organizaciones y actores izquierdistas de la región, logrando reunir al mismo tiempo y en el mismo lugar al Foro de Sao Paulo, al Grupo de Puebla, la Internacional Progresista y la llamada CELAC Social. Lo que evidencia una estrecha coordinación entre estas organizaciones.

Algunos sectores democráticos afirman que en sus inicios el Grupo de Puebla parecía guardar distancia del Foro de Sao Paulo por tratarse más de una instancia que albergaba a regímenes antidemocráticos, pero el bloque progresista derivó en lo mismo.

Por lo que, para muchos, existe una línea difusa entre una izquierda democrática y una izquierda dictatorial en la región que lidera Nicolás Maduro

Desde Bolivia, el Presidente Luis Arce, ha asegurado en reiteradas oportunidades que su país es un “gran aliado” de Nicolás Maduro para encaminar proyectos de largo alcance, que se han consolidado a través de estas organizaciones que conforman la denominada “galaxia rosa” y, a su vez, forman parte del eje chavista en Latinoamérica.