Por Omar Estacio

Usted, ojea el Código Penal y comprueba, que el alto, medio y bajo funcionariado, incluidos los enchufados y más pata en el suelo, de eso que lleva el remoquete de RoboLución Bolivariana, han transgredido, transgreden y seguirán transgrediendo, todos los títulos, capítulos y artículos del Código en referencia. Hasta que los echemos por las buenas o por las menos buenas.

Limpian el piso, con las leyes orgánicas, Contra la Delincuencia Organizada y Financiamiento al Terrorismo; contra la Corrupción – “¡Ahhh, la corrupción! suspirará más de uno, de solo oír su dulce nombre- contra las leyes de Drogas y el Contrabando – “Ahhh, la marihuana y el perico” anhelarán casi todos- al asociarse con cuanto bicho de uña, criollitos o venidos del extranjero, mexicanos, colombianos, iraníes, bolivianos, castrocubanos, para el cultivo, transporte, importación, exportación o reexportación de estupefacientes desde el cannabis supuestamente inofensivo, hasta carburante del más alto octanaje, Fentanilo, made in China, incluido.

Contra la LOPNA y la ley que establece el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, peor al negarles a nuestros niños, adolescentes; solteras, casadas, viudas, divorciadas, sus derechos elementales.

De las leyes Penal del Ambiente y de la Protección de la Actividad Ganadera, ni se diga. No les han dejado hueso sano, Nicolasito, Nicolazón y el generalote que colocaron para “administrar” o más bien, depredar, arrasar, dejar nuestro Arco Minero, convertido en un erial.

La ley sobre Sustancias, Materiales y Desechos Peligrosos, quedó hecha guiñapo con el ecocidio del lago de Maracaibo perpetrado por la Pdvsa, “roja-rojita”; la de Mercado de Valores, otro guiñapo, con las estafas del Petro comandadas por el guarnecido, El Aisami; la de Migracion y Extranjeria, una letrina, vistos los ingresos ilegales a la isla de Margarita, con todo y sus mezquitas de activistas del, Hezbollah, Al Qaeda, del Hamás.

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La Ley contra el Secuestro y Extorsión, convertida en mueca después de las desapariciones forzadas de disidentes y con las coimas que les cobran a familiares y amigos de los privados arbitrariamente de la libertad, sí o sí, en el SEBÍN; el DGCIM; el FAES; la PNB.. Hasta los sedicentes “Colectivos de la Paz” se llevan su tajada en los chantajes.

¿La normativa legal, Especial para Prevenir y Sancionar la Tortura y Otros Tratos Crueles, Inhumanos o Degradantes? ¡Pregúntenle a los chafarotes, Madrino, González López, Ichazo, Gramko Arteaga, “El Piraña” Becerra; Sánchez Castro; Blanco Hurtado; Angola (a) “Aureliano”; Guerrero Mijares; Domínguez Ramírez, para que oigan cómo sueltan la risotada!

En cuanto a la Ley Constitucional (¿?) Contra el Odio, por la Convivencia Pacífica y la Tolerancia, todos los miércoles por las noches “El Hombre del Mazo Dando” o “El Mojado” como mejor se le conoce, se limpia con tal articulado, ahí, donde la espalda pierde el decente nombre.

«En cayapa ¡No!» era regla de oro la caballería andante de nuestro gentilicio, que repudia aprovecharse de la superioridad numérica, hasta en las riñas más callejeras. Así lo registra nuestro Augusto Mijares, en su hermoso ensayo «Lo afirmativo venezolano».

Hasta que irrumpió, en la escena pública, Hugo Chávez, el muy abyecto, con sus «esquinas calientes».

¿Se apresta la tiranía local, a invadir la vecina Guyana y agregar a su tan abultado prontuario, el de criminales de guerra?

Nuestros vecinos pueden respirar tranquilos. Sus fementidos invasores huyen al lance hombre a hombre. Una cosa es dispararles, a mansalva, a manifestantes desarmados, estudiantes, mujeres, ancianos, incluidos, para después, esa misma noche, festejarlo en vivo y directo, vía la TV oficial, como supuesto bailarín de «salsa» y otra, enfrentarse a unos negrazos guyaneses, guapos y apoyados, por los marines de Mr. Biden y/o por los mercenarios de Lula, el más mercenario de todos.

Además, si existiese una ley para castigar la cobardía -y se cumple- , el bigotudo y su pandilla, serían reos de cadena perpetua.

Fuente: Diario de las Américas