La economía venezolana podría experimentar una nueva contracción en 2025, según las proyecciones más recientes del Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF). En su Encuesta de Expectativas Económicas de abril, el organismo independiente anticipa una caída del Producto Interno Bruto (PIB) de -2,5 %, mientras que la inflación podría alcanzar el 200 % al cierre del año, y el tipo de cambio del dólar paralelo podría escalar hasta los 154 bolívares por dólar para el 31 de diciembre.
El OVF advierte que los indicadores reflejan un empeoramiento sostenido de las perspectivas económicas del país. “La encuesta de abril sigue mostrando un deterioro en todos sus indicadores”, señala el informe publicado en su página web, destacando que el clima de incertidumbre, especialmente en torno a la relación con Estados Unidos, ha afectado las expectativas del mercado.
“Los altos niveles de incertidumbre en cuanto a la relación entre Venezuela y Estados Unidos se reflejan en las estimaciones del crecimiento, el tipo de cambio y la inflación”, explica el documento.
Perspectivas sombrías
Los datos del OVF apuntan a una reversión del repunte económico observado en años anteriores, atribuida principalmente a la dolarización informal, el crecimiento del comercio no petrolero y la flexibilización de controles. Para 2025, sin embargo, los analistas anticipan una parálisis en la inversión, menor disponibilidad de divisas y una política fiscal poco sostenible como factores claves de la desaceleración.
Además, el deterioro del poder adquisitivo, la persistencia de servicios públicos deficientes y las distorsiones del mercado interno siguen presionando los costos de vida. Si las proyecciones del OVF se concretan, Venezuela continuaría siendo uno de los países con mayor inflación del mundo, en un entorno regional de relativa estabilidad.
El informe aclara que, si bien las proyecciones se basan en modelos económicos y estadísticos, no deben interpretarse como predicciones infalibles, dado que el comportamiento de la economía venezolana está fuertemente influenciado por factores políticos, geopolíticos y externos difíciles de modelar.
“El camino futuro de la economía puede verse afectado por innumerables desarrollos y eventos imprevistos”, advierte el OVF.
Entre los elementos que podrían modificar el escenario económico están la reactivación o el endurecimiento de sanciones internacionales, variaciones en el precio del petróleo, decisiones políticas de alto impacto o cambios en la dinámica cambiaria y monetaria.
Escenario complejo en medio del año electoral
Estas proyecciones surgen en medio de un contexto de alta tensión política tras las elecciones presidenciales de julio de 2024 y la represión postelectoral, que han generado nuevas sanciones, aislamiento internacional y freno en las negociaciones diplomáticas. A ello se suma un sistema productivo todavía muy dependiente de las exportaciones petroleras, cuya recuperación estructural sigue sin concretarse.
Con este escenario, el país enfrenta la doble amenaza de estancamiento económico e hiperinflación crónica, mientras la mayoría de los venezolanos continúan lidiando con salarios insuficientes, aumento en los precios y falta de oportunidades reales de desarrollo.
El OVF recomienda monitorear de cerca los factores de riesgo fiscal, cambiario y externo en los próximos meses, y exhorta a la comunidad económica internacional a no perder de vista la situación venezolana, cuyo impacto social trasciende las cifras macroeconómicas.