(Fuente: Insight Crime) El medio de investigación periodística Insight Crime denuncia que la incautación de drogas ha aumentado considerablemente en el estado Monagas, lo cual señalaría que los grupos ilegales están buscando nuevas rutas dentro de Venezuela para escapar de las autoridades.
Según el ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Remigio Ceballos Ichaso, en lo que va del primer semestre del 2023 la Superintendencia Nacional Antidrogas (Sunad) de Venezuela ha incautado 24 toneladas de drogas.
La información indica que Monagas aportó más del 12% de las incautaciones, quedando en segundo lugar en comparación del estado Zulia que comparte frontera con Colombia, que reportó el 53% de todas las incautaciones.
Con información de Insight Crime
En Monagas se confiscaron aproximadamente 2,85 toneladas de drogas, un pasmoso aumento con respecto a los 17 kilogramos incautados en todo 2022.
Las redadas de las autoridades revelan que los narcotraficantes han hecho avances logísticos en el estado. A principios de junio, una redada conjunta entre la policía y el ejército venezolanos permitió desmantelar un campamento en el municipio de Maturín. El campamento era presuntamente utilizado para producir cocaína y construir “narcosubmarinos” para enviar las drogas.
Tres meses antes, una de esas naves, que se cree que fue construida en Maturín, fue capturada con más de dos toneladas de cocaína en un río en la selva entre los estados Monagas y Sucre.
Análisis de InSight Crime sobre caso Monagas
Si bien el dramático aumento de las incautaciones de cocaína en Monagas este año se puede estar relacionado con los traficantes en búsqueda de rutas alternativas, también es probable que sea el resultado del aumento de las inspecciones por parte de las autoridades.
Durante el último año, las grandes operaciones de las fuerzas de seguridad venezolanas se han centrado en el tráfico de drogas en otros estados costeros, lo que quizá llevó a los traficantes a trasladar sus actividades a Monagas. En septiembre de 2022, se lanzó la Operación Manaure para combatir el tráfico de drogas en la península de Paraguaná, estado Falcón. A esta le siguió poco después la Operación Cacique Cayaurima, que se enfocó en reducir el tráfico de drogas en el este de Venezuela, especialmente en Sucre.
Monagas también está ubicada estratégicamente para el movimiento de drogas, dado que posee una extensa costa en el Caribe, no muy lejos de Trinidad y Tobago. Muchos de los cargamentos de droga que atraviesan Monagas pasan por La Pica, un distrito dentro del municipio de Maturín, que tiene acceso al mar Caribe y al sitio donde se encontró el campamento de narcosubmarinos en junio. Las investigaciones de InSight Crime han revelado que desde La Pica se ha enviado cocaína a México, Estados Unidos y Europa.
Además de su ubicación, La Pica tiene mínima presencia policial.
“No hay ningún tipo de inspección o control”, le dijo un policía retirado a InSight Crime, bajo condición de anonimato. “Allí no hay una base policial o de guardacostas. Eso facilita la logística y las operaciones de movilización”.
Más hacia el interior, se sabe que, en el área de La Bruja, en el municipio de Punceres, existen pistas de aterrizaje clandestinas usadas para narcovuelos. Al sur, los municipios de Libertador y Sotillo han sido utilizados para transportar cocaína por río hacia los estados vecinos de Bolívar y Delta Amacuro.
La ubicación estratégica de Monagas también ha llamado la atención de grupos transnacionales recientemente. A principios de 2022, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), el último grupo guerrillero que queda en Colombia, se enfrentó con una banda local conocida como el Sindicato de Barrancas, en la ciudad de Barrancas del Orinoco, en Sotillo.
Si bien los últimos cargamentos no han sido relacionados con el ELN, los cargamentos de cocaína de Colombia actualmente se mueven hacia Venezuela, pasan por estados donde el ELN tiene fuerte presencia —como Amazonas, Apure, Guárico y Bolívar— y se dirigen hacia la costa Caribe.